Integrantes de la caravana afuera de la Iglesia San Procopio en Pilsen, en la ciudad de Chicago. Foto: A. Zavala
Una caravana con nueve integrantes que representan a siete causas sociales en Mexico está de visita en Chicago del 23 al 25 de octubre. Han tenido varios eventos para diseminar información de sus causas en la ciudad y, en particular, en Pilsen.
La Caravana Contra La Represión en Mexico llegó el domingo por la mañana procedente de Nueva York y fueron recibidos en Chicago por varias organizaciones locales, incluyendo Justicia Ayotzinapa-Comité Chicago, cuyos miembros han sido los guías y huéspedes.
Los participantes en la caravana son: Cristina Bautista Salvador y Joaquina García Velázquez, las dos pertenecen a la Asamblea de padres y madres de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa; Lucía Gutiérrez Nicolás, del Comité de víctimas del 19 de junio de Nochixtlán, Oaxaca; Juan Eduardo García Maganda, del Comité estudiantil de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa / Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM); Bertha Alicia García Ruiz, del Comité Nuestras Hijas de Regreso a Casa de Ciudad Juárez; y Alicia Bustamante Pérez, de la Comunidad Ñatho-Otomí de Xochicuautla, Estado de México.
Asimismo integran esta caravana: Odadelmis Hermelinda Leyva Villafañe, de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE); María del Carmen Mata López, de la Alianza de Organizaciones Nacional, Estatal y Municipal por la Justicia Social de San Quintín, Baja California; y Miriam Hernández Neri, quien es familiar de preso político del colectivo Magisterio Mexiquense Contra la Reforma Educativa (MMCRE-CNTE).
Después de un desayuno con tamales y tortas de jamón y café en Pilsen, varios de los integrantes de la caravana asistieron a misa en la Iglesia San Procopio en donde dos de las activistas tomaron la palabra.
Ahí Odadelmis Hermelinda Leyva Villafañe, de la CNTE, explicó a los feligreses la razón de la caravana, la cual aún recorrerá diez ciudades más desde el estado de Washington a California. La caravana concluirá el 18 de noviembre de este año y posteriormente regresar a México.
“Venimos de Mexico para decirles lo que está pasando allá”, dijo Villafañe. “Estamos acá para que nos ayuden a informar a todos y para que este gobierno ya no asesine a estudiantes, maestros, ecologistas, periodistas y presos políticos”.
Villafañe dijo a los asistentes que ella considera que la reforma educativa en Mexico es más bien una reforma laboral para privatizar la educación pública y prevenir que el sindicato magisterial participe en la democracia en Mexico.
“Estamos ofrendando nuestra sangre para cambiar a nuestro país, sabemos que ustedes están levantando la voz también por lo que pasa allá”, finalizo Villafañe.
El pastor católico de la iglesia San Procopio, Gary Graf, durante la homilía, se acercó a donde estaban sentadas las activistas mexicanas y les dijo en voz alta: “Estamos con ustedes en su lucha y nunca nos vamos a olvidar de ustedes”.
Durante la misma tarde otros activistas de la caravana fueron transportados a la Universidad DePaul en donde sostuvieron una charla con el grupo Estudiantes por una Política Sensible Sobre las Drogas.
Los visitantes ahí hablaron sobre el impacto del Plan Mérida, el cual provee fondos y armamento a Mexico para combatir a los carteles mexicanos.
Los activistas apuntaron que un efecto colateral del Plan Mérida es que al “militarizar” Mexico, la población civil sufre violaciones a sus derechos, detenciones y la violencia de ambos lados tanto de los militares como de los carteles.
El domingo por la tarde los visitantes de la caravana llevaron a cabo un foro comunitario en el salón de la Iglesia San Pío, en Pilsen, con decenas de activistas locales en donde cada uno de los visitantes dio al público los detalles de cada lucha.
“El gobierno mexicano nos quiere vender la idea de que se puede asesinar a estudiantes sin castigo en Mexico”, dijo Juan Eduardo García Maganda, del Comité estudiantil de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, quien es un sobreviviente de los hechos ocurridos en Iguala el 26 y 27 de septiembre de 2014.
Maganda se pudo escapar al esconderse junto a otros compañeros en el techo de un edificio la noche de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.
“Traigo la voz de mis compañeros caídos”, dijo Maganda a los asistentes y desmintió la versión oficial del gobierno mexicano que los 43 estudiantes fueron quemados en un basurero.
“Tenemos que exigir la presentación con vida de nuestros compañeros”, afirmo Maganda. “No es justo que nos condenen a una situación de terror”.
Afuera de la Iglesia de San Procopio el domingo 23 de octubre de 2016. Foto: A. Zavala
Cristina Bautista Salvador y Joaquina Garcia Velázquez, ambas de la Asamblea de padres y madres de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, contaron que están reclamando la presentación con vida de sus hijos que estudiaban en la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa antes de su desaparición hace dos años.
Bautista Salvador, madre de Benjamín Asencio Bautista, trabajaba en el campo en Alpoyencancingo de las Montañas en Guerrero y también horneaba pan para vender pero abandonó sus labores desde la desaparición de su hijo de 19 años.
“Es muy difícil lo que estamos pasando en estos dos años, ha sido un tormento, no podemos ni dar un abrazo a nuestros hijos; gracias por estar mirando hacia México y ayudarnos”, dijo Cristina a los asistentes, en su mayoría hispanos.
Joaquina García Velázquez, de 58 años, dijo a la audiencia que ella es madre de Martín Getsemany Sánchez, de 20 años, quien estudiaba en Ayotzinapa. Ella es originaria de Zumpango del Río, Guerrero.
“Mi hijo era estudiante de primer año y solo había estado en la Escuela Normal de Ayotzinapa dos meses”, dijo Joaquina. “Ese día me comunicaron que a él también se lo habían llevado”.
Bertha Alicia García Ruiz, del Comité Nuestras Hijas de Regreso a Casa de Ciudad Juárez, señaló ante la audiencia de activistas que a pesar de lo que se dice en los medios, la violencia y la desaparición de mujeres continúa en Ciudad Juárez.
Su hija, Brenda Berenice Castillo, de solo 17 años, desapareció en Ciudad Juárez y apuntó que cuatro años después de reportarla como desaparecida las autoridades solo le entregaron parte de sus restos.
“En Ciudad Juárez no se ha acabado el asesinato de mujeres, hay muchas desapariciones de muchachas de 13 y 17 años”, destacó García Ruiz.
Actualmente, afirmó la activista, los feminicidios y desapariciones contra las mujeres se ha extendido a otras partes de la República Mexicana.
“Yo busco a mi hija desaparecida y a las demás en la Ciudad de México, en Chiapas, en Veracruz y en el estado de Mexico”, enfatizó García Ruiz.
La activista terminó su presentación con una pregunta: “¿Y qué han hecho las autoridades? Nada. Para las mujeres no hay justicia”.
Entre las visitantes, una de ellas, María del Carmen Mata López, representa a la causa de los trabajadores campesinos de San Quintín, en Baja California, México, en donde ellos sostuvieron una huelga de dos meses a partir del 17 de marzo de 2015.
Entre las demandas de los jornaleros, muchos de ellos indígenas de Oaxaca, estaban salarios justos, pago de horas extra y mejores condiciones de trabajo.
“Ya estábamos cansados que los patrones nos humillaran y nos faltaran al respeto”, dijo Mata López y añadió que los jornaleros desde el inicio de su lucha han sido víctimas de arrestos arbitrarios y violencia.
Mata López, quien es parte de la Alianza de Organizaciones Nacional, Estatal y Municipal por la Justicia Social de San Quintín, Baja California, en México, urgió a todos a apoyar su causa.
Alicia Bustamante Pérez, de la Comunidad Ñatho-Otomí de Xochicuautla, Estado de México, dijo al público que ellos reclaman al gobierno el haber construido la autopista Toluca-Naucalpan por un bosque considerado propiedad de la comunidad Otomí que es considerado sagrado para ellos. Piden que el proyecto se cancele.
“Mi pueblo es uno que se rige por los usos y costumbres”, dijo Pérez, “el bosque es un santuario y lugar de descanso para nosotros en donde las personas van agradecer, la carretera abrió caminos y destruyó bosques”.
Finalmente, Lucía Gutiérrez Nicolás, del Comité de víctimas del 19 de junio de Nochixtlán, Oaxaca, hablo a la audiencia sobre los eventos del 19 de junio en Nochixtlán cuando 300 personas fueron heridas y ocho personas resultaron muertas.
Voceros del gobierno primero dijeron que los militares en esa asamblea no estaban armados pero después se descontó esa versión cuando una periodista reveló lo contrario.
“En esa reunión estaban padres, niños y maestros y había una asamblea”, dijo la activista. “Yo soy una sobreviviente de ese hecho”.
La activista Gutiérrez Nicolás, como los demás, pidieron que el público hispanos en Estados Unidos exija a México que cese la represión contra el pueblo y que se respeten los derechos humanos de todos los mexicanos.
De Chicago, la caravana partió a Waukegan, Illinois, en donde planeaban pasar el día lunes 24 de octubre informando a los hispanos del área.
Después de regresar de Waukegan, los miembros de la caravana tienen prevista una protesta frente al consulado mexicano el martes 25 de octubre al medio dia antes de partir a Seattle, en el estado de Washington, para continuar su recorrido por Estados Unidos.
© 20016 El BeiSMan
Durante el foro comunitario de la Caravana Contra la Represión en México en el salón de la Iglesia San Pío en el barrio Pilsen de Chicago. Foto: A. Zavala
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Antonio Zavala. Periodista freelance. Reside en Chicago.