El Ruido Fest, el wey, “la rubia y el demonio” en su primer día


Ruido Fest 2016 en Chicago. Foto: José Guzmán

 

¡Qué pasitos con tremendos zapatos!… cámara, wey, no, no tengo mucho tiempo, iba por una chela en chinga, pero bueno, dime qué pex de volada porque de los cinco minutos que me quedan a ti te quedan cuatro… dices que eres del beisqué, ¿beisman?, ¿ay cabrón?, ¿ y qué hondón con el beisman, pues? ¿Qué pasó, qué pasó?, no, wey, ya la neta si te consideras latino, hoy tienes que estar en el Ruido Fest, ¿no?, pero deja me explayo, ay, wey, me salió lo lisonjero, ya entrados en materia te cuento que la única excusa para no estar aquí en el Ruido Fest es que te tocó jalar o ya la estás estirando, pero ni eso, wey, no hay jale tan chido como el Ruido, este Fest me late un restorán, es la neta, bueno nada… sí, hoy estamos aquí, hoy somos Ruido hasta el domingo, así que vivimos en el tiempo del Ruido, así que a la chingada el jale, fuck that shit, pero chido que me hayas preguntado a mí sobre el Ruido porque sé que tienes buen ojo o buen oído o cómo se diga, sí sé que tú sabes, que tienes buen ojo por eso me escogiste a mí, ¿o fue mi look?, asústame pantera, sí, soy la pura verdura y te decía: “hoy todos somos Ruido”, y quien no es Ruido no es latino, por eso me dejé caer a Pilsen, wey, y es que neta ya nos merecíamos un Fest acá chidote, a la altura, ¿no?, yo no tengo nada contra la Garibaldi ni contra los komanders ni los limones, pero nos merecíamos algo así como el Vive Latino o algo así como el Coachella pero para la banda ya de perdis, ¿no?, y aquí sí se respira la sangre de cobre, puro latino de sepa, y esto sí apúntalo bien, no quiero que me malinterpreten, te digo que es la neta ser latino, o sea: ser… ¿a poco no te sientes bien chidote rodeado de pura banda?, bueno, no todos te hablan en español, pero hay unos cuates que sí le intentan y les sale todo mocho pero ni pex…, ya no da eso de rock en tu idioma o ¿sí?, eso ya está muy out, ¿no, wey?, pero andar acá con toda la banda pues sí es un feeling muy chido, y es que son tres días y el Ruido te hace sentir al tiro como si por esos tres días esta tierra también fuera nuestra, ¿no?, bueno aunque yo la verdad casi no vengo al sur, tú sabes, el jale, el Truman y mi onda está allá en el norte y lo que sea yo no vine al norte para estar en el sur, se ve que tú entiendes, ¿no?, bueno, no te calientes cazuela, no quiero ser acá racista con mi raza, pero ya ves que somos latinos y como que acá en el sur todo es más paisa, ¿no?, aguanta candela y te explico, yo sé que con el Rudio las cosas cambian en el sur, pero ¿dónde más se iba a hacer si en el norte hubo acá un concierto de tambora y tuba y ya ves como lo cerraron recién empezaba, no, yo no iba, yo pasaba, había ido a correr, te digo que vivo en el norte cerca del lago, pero neta que hay unos paisas bien tronados y otros que son pura vitamina y basta un chispazo para sacar la adrenalina, pero mejor me clavo con lo del sur, wey, para que me entiendas: algo que sí me late de por acá es que aquí hay mucha variedad en la papa y ¿las carnitas?, ni me digas, pero me preguntaste del Ruido, ah sí, sí… ¡voy a mojar labio!, te decía que aquí en el sur hay mucho mucho ruido, bueno no de este Ruido porque esta es otra onda, pero te decía, aquí bajita la tenaza, que yo acá ni en la Dieciocho ni a la Veintiséis voy mucho porque no es mi onda, pero es que yo desde allá era sí, no, no soy fresa, esos weyes no me laten y ahorra gasolina, los hipsters tampoco me caen, yo soy otra cosa, ¿lo notaste?, pero me entiendes, wey, como que mi onda es más acá; o sea, cómo lo pongo para que entiendas, mi onda es más alternativa, tampoco es que sea new age ni nada semejante, y sí, a mí sí me late Zoe, como que es una onda más etérea y, bueno, no me la voy a pasar escuchando a los clasics, como que hay tiempo para todo y los Tacvbos como que ya fueron aunque sí los respeto, wey, por algo tienen más de veinte años juntos, ¿no?, neta créeme y son acá chidos, yo los fui a ver a la monumental Santa María de Querétaro y me colé porque tengo un primo que conoce a un amigo del sobrino del manager y nos consiguió unos tickets acá bien chidotototes y muy muy cerquita de ellos, y así de cerquita se ve mejor que son pura banda y no como los mamones del Maná, esos sí ya, neta que si vienen al Ruido yo no vengo ni gasto mi lana, pero no, al Personal nunca los escuché, ¿dices que son de Guadalajara?, de ahí solo rifan los Raid y Descartes, bueno respetando gustos, pero creo que no conectamos porque somos como que de dos generaciones que chocan y se complementan, ¿me entiendes, wey?, y no nada, a mí lo que me atrae del Ruido es algo diferente, lo alternativo, lo indie, y bueno ya entrenos pues vienen el buen de morras y ellas escuchan algo más cool, no muy hard, y no, el año pasado no vine, nadie me quiso cubrir en el jale y este año como soy el más verruga me valió, ¿me entiendes, wey?, va, y es que desde que vi el line-up ahí estaba la Morrison y me dije “Rigo, qué importa si te corren del jale, pues agarras otro y ya estufas, wey, al fin lo que haces lo hace cualquier otro wey aunque bueno más pendejo que tú porque el que se quede en tu lugar en el resta estará sirviendo mesas y será más pendejo que tú porque mientras hacen el sidework tú te habrás ido a rolear al Ruido”, y me desafané del jale, compré mi boleto por los tres días y ahora aquí estamos esperando a la Morrison, sí, sé que no está acá chida como la Lafourcade, pero me late su lirica de la wey, además no me dejarás tirarme el choro a lo wey, mira a un lado y a otro aquí está la onda, no en el Milenium Park, este es el Rudio, wey, tú me entiendes, el wey que no está aquí no es la onda, no me lo tomes a mal, wey, no basta ser latino, hay que ser único, explorar tu interior y ponerle caché al exterior, mírame bien, wey hay que vestir acá chido, tampoco me iba a venir a la Silverio con saco de lentejuela, sombrero y tanga, por cierto ¿lo viste?, ese wey cruza la línea, es la onda, ¿qué va?, es la neta, me late su rollo como que no respeta nada y de su desmadre crea cosas chidas, ¿no?, al menos tiene la tanga bien puesta y el ridículo le vale madres, yo no llego a tanto, pero te decía que mi onda es otra, wey, tampoco visto todo de negro, ya eso es muy 90’s, mi look aunque es simple lo he ido estudiando poco a poco y le he ido escogiendo con estilo, siempre me recuerdo “a qué venimos a América sino para ir procurando sus cositas”, ¿no?, y bueno, no nada, wey, tú ve y juzga, y gracias por preguntarme, pero ya casi sale la Morrison y antes de lanzarme por otra Coors ahora permíteme hacerte una pregunta, digo si se puede y con todo respeto, wey, tú ¿por qué te pintas las uñas?, neta que ese color medio azul medio gris como que no te va, escoge colores fuertes como que van más con tu color de piel, sí, un azul fuerte o un guinda encendido, wey, lo digo al tiro y con respeto, ¿no? y ahora me voy a cambiarle el agua al perico y chance y alcanzo a ir por otra chela, y si por aquí andas después de la Morrison nos vemos por allá con los rucos del Rococó y ahí sí que sacaremos todo el steam, ojalá y toquen “La rubia y el demonio” a ti te va a gustar, wey: “El demonio ha vendido su alma / por las piernas de una rubia que trabaja / que baila y se desnuda en la Concordia / un lugar que cierra en las mañanas… / Y él se sienta a verla bailar, / toma un trago y luego se va… / Y él se sienta a ver un private, / toma un trago y dice ‘¡hay wey!’”. 

 


Carla Morrison en el Ruido Fest 2016. Foto: Cristóbal David Mora

 

Franky Piña. Escritor, diseñador gráfico y videógrafo. Ha sido cofundador de varias revistas literarias en Chicago: Fe de erratas, zorros y erizos, Tropel y Contratiempo. Es coautor del libro Rudy Lozano: His Life, His People (1991). Un cuento de Piña fue publicado en la antología Se habla español: Voces latinas en USA (2000). Fue editor de los siguientes libros de arte: Marcos Raya: Fetishizing the Imaginary (2004),The Art of Gabriel Villa (2007), René Arceo: Between the Instinctive and the Rational (2010), Alfonso Piloto Nieves Ruiz: Sculpture (Editorial El BéiSMan, 2014). Es director editorial de El BeiSMan.



Panteón Rococó en Ruido Fest 2016. Foto: José Guzmán