La legendaria Joan Báez


Joan Báez

Una entrañable Joan Báez acaba de publicar el que será su último disco: Whistle Down The Wind. No habrá otro, pero no hay lamentaciones, su voz, su guitarra, sus composiciones seguirán entre nosotros. Activista legendaria, Joan ha sido siempre una defensora de los derechos civiles, cómo no verla, todavía, hombro a hombro marchando con Martin Luther King. Original cantautora, cómo no sentir la emoción que transmite con sus letras, con su canto, con su música. Íntima y profunda, solidaria y amorosa, cómo no pensarla en sus participaciones durante los mítines políticos de hace 50 años, cómo no recordarla en Woodstock… como rememora Luis Martín en esta entrega, cómo no saberla cantando con Bob Dylan a su lado… Cómo no ubicarla consagrada a las causas justas desde su musicalidad y su conciencia. Cómo no.

A Luis Martín le escribí para comentarle que armo una serie sobre varias mujeres en la escena musical norteamericana de hace 50 años, pero que permanecen entre nosotros. Le pregunté si aceptaría algunas preguntas en torno a esta hermosa artista… aceptó de inmediato y no tardó en responder mis preguntas y abundar en los conceptos que le expuse. Enseguida transcribo nuestro intercambio en el cual Luis Martín enfoca la carrera y la obra de Joan, desde su perspectiva como intelectual regiomontano.

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con Luis Martín

Joan Báez, una dulce voz de protesta

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¿Cómo defines la figura de Joan Báez?
Una mujer sencilla, franca, consciente de la libertad, sin aspavientos, ni usos parafernálicos de su fama y su postura.

¿Cómo recibiste su música?
Yo la conocí a mediados de 1960, un poco después de sus primeros éxitos con Dylan. Fue una grata sorpresa encontrar una voz dulce, diferente al corte que tenían las cantantes del folk song. Y en las temáticas de Báez no sólo había historias de amor personales, pues sus letras siempre llevaban un activismo, una actitud contestataria. Era como decir: No se puede ante tantas cosas que estaban mal y siguen estando mal, entre el poder y las clases marginadas.

Háblame de los recuerdos de sus inicios en la escena musical y su impacto en Monterrey ¿fue bien conocida?, digamos en los años sesenta, o sea, durante sus tres primeros discos y siendo ya una figura pública.
Siento que, aunque su presencia fue masiva en los medios, ya en los años setenta no lo fue de una manera tan marcada entre las grandes compañías de grabación. Al principio en Monterrey los seguidores éramos los músicos y los artistas e intelectuales. Poco a poco de alguna manera —en forma “underground”— empezaron a circular sus discos, sobre todo en las discotecas personales, más que en la radio comercial.

Su presencia es familiar hasta la actualidad… ¿cómo la sientes hoy en Monterrey?
En el mundo sí, y en ciertos círculos de intelectuales del país. Pero en Monterrey, una ciudad tan neoliberal y globalizada, está un poco olvidada. Tendría que venir a dar un concierto para que las nuevas generaciones la conozcan y realmente valoren lo que era la canción de protesta.

Un enfoque a su activismo en el escenario y fuera de él…
Desde sus inicios nunca se ha traicionado. Siempre ha estado presente en todo acto injusto o en solidaridad con los perseguidos o desplazados: En el escenario de Woodstock, en las protestas por la guerra de Vietnam, en la marcha a Washington de Martín Luther King, en las manifestaciones de San Francisco. Fue arrestada por su activismo. Se convirtió en el ícono femenino de la canción protesta en el mundo, y eso es algo que fue por ella misma, no por la publicidad de sus compañías grabadoras, pues esas noticias no eran aptas para las empresas grabadoras en esos años, hasta que las mismas empresas se dieron cuenta de que había que hacer capitalista al rock y fueron imponiendo la moda y todo se convirtió en disco y show y frivolidades.

¿Se puede decir que su canto es poesía?
Definitivamente. Una poesía con imágenes muy personales.

Sé que su obra es monumental, recién salió el que será su álbum final Whistle Down The Wind (diez años después del anterior), no sé si ya lo escuchaste… pero a la pregunta que quiero llegar y que no quiero dejar de hacerte es ¿cuál disco prefieres resaltar? ¿o qué canción conservas para ti, cuál es la más entrañable?
Pues los primeros. Joan Baez in concert, Blowin in the Wind con Dylan, Farewell Angelina, Reina de Corazones Crazy Diamond… de los más actuales Brothers in arms. No he sido un gran seguidor, aunque me gusta mucho, y al escuchar sus últimas grabaciones se advierte que no ha perdido ni vigencia ni actualidad. Pero definitivamente el dueto con Dylan de Blowin in the Wind.

El arte de algunas mujeres icónicas:

La trascendente Laura Nyro

La determinante Judy Collins

Joan Jett, (una y otra vez) su alegórica reputación

Evocación de Grace Slick

Atracción por Joni Mitchell

La legendaria Joan Báez

Carole King, nuestra veladora

Luis Martín (Garza Gutiérrez) es un notable director de teatro que ha forjado una brillante carrera en las artes escénicas tanto en Monterrey como en Ciudad de México. Se ha distinguido como actor, maestro de arte dramático, maestro de cine. También es productor de televisión; promotor cultural; periodista. Sus trabajos y sus días abarcan asimismo una actividad que lo completa, en la que desentraña el pasado de nuestra ciudad, la del entregado historiador regiomontano.