Emma González, 18 años, estudiante de cuarto año de Marjory Stoneman Douglas High School. Foto: USA Today Network
Para Luis Lauro Garza, por los XV años de La Quincena
DALLAS – Respecto a reformar la venta de armas con un mayor control, Donald Trump oootra vez se desdijo. Creó una nueva comisión federal para la seguridad escolar, según se anunció el domingo 11 de marzo, pero no ofrecen ninguna medida en concreto. Se había dicho que para poder comprar armas se planeaba aumentar la edad mínima de 18 a 21 años, pero la nueva comisión no incluye esto en sus planes, sólo destacó que “examinará el asunto de la edad”. En cambio, se comprometieron a brindar apoyo a los estados para financiar el adiestramiento de maestros en el uso de armas de fuego.
Sí, faltaba más, Trump propone armar (y entrenar) a un millón de maestros en todo el país. Mientras los estudiantes rechazan esa política que permite que cualquiera mayor de 18 años pueda comprar un AR-15, él ofrece como “solución” poner en la calle otro millón de armas.
El AR15, usted ya debe saberlo, es un fusil de asalto, un fusil militar. Es el arma utilizada por Nikolás Cruz, en la matanza de la preparatoria Marjory Stoneman Douglas en Parkland, Florida. Es el mismo tipo de rifle empleado en la matanza de Las Vegas. Es un arma que dispara cien balas por minuto, pero según la National Rifle Association (NRA) es un arma de caza… Ajá.
Pues a ver, mientras que en Washington la Casa Blanca estudia cómo apoyar a los estados para capacitar a los maestros y armarlos, los jóvenes que sobrevivieron a la masacre de la preparatoria de Parkland, siguen organizándose para presionar a los legisladores: El 14 de marzo —cuando se cumplió un mes del tiroteo en su escuela— los adolescentes hicieron un paro estudiantil. Los estudiantes abandonaron sus aulas a las diez de la mañana, durante 17 minutos —un minuto por cada muerto— para así honrar su memoria.
Quienes critican el activismo de estos chicos que, ante la matanza de sus compañeros, decidieron organizarse y levantar su voz contra la venta indiscriminada de armas de fuego, los subestiman, dicen que sólo son adolescentes, jóvenes idealistas manipulados por la izquierda y por grupos que están a favor del control de armas… pero lo cierto es que esos chavitos no se han bajado del estrado de sus protestas desde los momentos posteriores al tiroteo —usted recordará la voz de la joven Emma González, desafiando a los políticos mecidos por la NRA y a la NRA misma—; ellos por sí mismos se han mantenido en los medios de comunicación haciendo declaraciones y lanzando convocatorias.
Con ellos nació a partir de las redes digitales el movimiento #NeverAgain (#NuncaMás) en contra de la violencia con armas de fuego, esos adolescentes que vivieron en carne propia la balacera y vieron caer a 17 compañeros con las balas de Cruz, acapararon la atención desde el primer momento, como digo, crearon el mencionado hashtag en las redes sociales y prendió, asimismo dan conferencias de prensa, cuestionan a los legisladores, proponen políticas, han convocado a una manifestación de protesta nacional para el próximo 24 de marzo —cuando se espera acudan medio millón de personas—, se relacionan con otros jóvenes activistas, se organizan y, con sus acciones y posturas, afrontan el problema de la violencia, el problema de los muertos a balazos.
Cierto, sólo son adolescentes, pero están movilizando a otros jóvenes y a sus adultos. El paro escolar del miércoles 14 no se limitó a la Prepa de Parkland, ellos convocaron a los estudiantes de Prepa y universitarios de todo el país.
Efectivamente, son jóvenes, y esos jóvenes vienen impulsando diversos actos de protesta contra la violencia y en favor de otros asuntos sociales, como la promoción de votantes y líderes, pero para sólo señalar esta problemática de la violencia por armas de fuego y la estela de tragedias que va dejando por todo el país, hay que decir que la propuesta original para el homenaje In Memoriam por los 17 muertos de Parkland con el paro estudiantil, surgió de la rama joven de la trascendente Marcha de las Mujeres —Washington, 21 de enero 2017 y que se repitió en enero pasado y cuyo movimiento sigue creciendo con posturas contra Donald Trump—. La rama joven del movimiento femenino se llama Empower y en su sitio web (https://www.womensmarch.com/enough) destaca el lunes 12 de marzo que llevan confirmados 2,545 paros escolares a través del país —“y contando”, dicen.
Se adelanta que en esta protesta-homenaje participarán estudiantes y profesores de diferentes partes del país saliendo de los salones de clase para honrar a los que murieron en la escuela Stoneman Douglas y asimismo mandarles el mensaje a los legisladores de que aprueben iniciativas para controlar la venta de armas, de que legislen a favor de la prohibición de armas de asalto y de que los tribunales puedan ordenar el desarme de quienes muestren comportamientos violentos, tal como se había detectado en el atacante de la mencionada escuela.
La siguiente acción luego del homenaje del miércoles será la Marcha por Nuestras Vidas, acción que surgió asimismo tras la matanza en la Prepa de Parkland, si bien la manifestación principal se dará en Washington, marchas “satélites” ocurrirán en todo Estados Unidos.
Sí, es cierto, son únicamente jóvenes, pero ellos han detonado este movimiento y esa Marcha por Nuestra Vidas. Sí, sólo son adolescentes, pero ellos como sobrevivientes de la matanza de la Prepa Stoneman Douglas impulsan su objetivo de presionar al Congreso para que se controle la venta de armas de fuego.
Hay quienes dijeron que la rabia y la indignación de estos chavitos se apagaría pronto, pero por lo visto el dolor de Parkland, el luto que se viene sumando a cada nueva masacre, ha modificado las emociones, la conmoción ha sacudido sus conciencias.
GRAFITI
El fin de semana nos fuimos al cine sin hacer planes (error), una vez dentro del edificio de los cinemas entramos a la que por el horario estaba más a la mano… (de esas veces), hubiera sido mejor desistir.
Vimos Death Wish (Deseo de muerte), dirigida por Eli Roth (basada en una película de 1974, del mismo título con Charles Bronson, y a su vez basada en una novela homónima); esta nueva versión es con Bruce Willis, Vincent D’Onofrio, Elisabeth Shue y Camila Morrone… pero se trata de una cinta que pareciera financiada por la NRA, es un canto a las armas. “El muchacho de la película”, un ciudadano cualquiera (médico en este caso), se ve obligado a aprender a usar armas para vengar el asalto a su familia, y ya metido en materia ahora ve cómo el frenesí delincuencial se desborda en cada esquina; nuestro personaje quiere hacer justicia así que se ve obligado, digo, también, a adquirir un arsenal (nada más fácil en este país) con el que a la hora de la hora, en el interior de su casa, usa contra los malvados delincuentes (por cierto miembros de comunidades de minorías).
Adelanto la sinopsis (y sobre aviso no hay engaño, ¿eh?) para que sirva de escalón a los siguientes datos duros que provocan escozor: El problema perenne en Estados Unidos radica en la posesión de armas, se estima que hay nueve por cada diez ciudadanos. El Congreso calculó tras una investigación de 2012 que entonces había unos 310 millones de armas. Sí: A la psicosis hay que anteponer la indignación.
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Raúl Caballero García, escritor y periodista, para comentarios: caballeror52@gmail.com