Poemas de Carlos Odria

 

este momento

 

que este momento quede marcado

en el terciopelo de la pradera que huye

 

en las olas fingidas

en los susurros del ocaso

 

que quede dicho

que quede inscrito

pues ya cansa recolectar vísceras

cada tarde

 

ternos magullados

escamas y vendas

ya cansa desenterrar mariposas del polvo

planchar los mapas adustos del sentir

 

sin querer volver

ni continuar la marcha

que quede clavado

como bandera en la luna

 

aquí estuviste

pero realmente no estabas

eran tus ojos perdidos en las cometas del verano

 

aquí viviste

pero realmente habías muerto

la boca llena de confeti y naftalina

 

aquí soñaste

pero realmente la vigilia te ardía

 

que ya cansa ver los riachuelos

las hojas sin nombre

que ya cansa el pasto

brotando de los huesos de la amada

 

aquí dicho

este momento vago

puro

 

 

a mi lado                 niñas

sus sonrisas repican

 

la vastedad de la mañana desnuda

 

 ∴

 

saltarina

a Clara

  

saltarina

tu presencia es suspiro dulce en la tarde de verano

el ruido apagas con tus pasos cuando llegas

única estrella que no duermes en la noche

 

quién te viera crecer infinita regada de pétalos al borde de la vida

cuando ya sea tarde y mis voces no sean más que ecos cansados

en las cámaras sordas del noser

 

y rabia me da saberte eterna y yo tan dueño de mi designio quieto

de mi trayecto de barquito embotellado alrededor de tu tobillo

y tus alitas esmeradas que aprendieran a escaparse con la luz primera del día

 

tu nombre            tus mejillas son nuevas como monedas sin malicia

tu saltar entre pérgolas    tu sarcasmo fragante que confunde las palabras

danzas como el horizonte en las narices de los poetas exactos

 

no me engolfaré en discutir la nimiedad de toda historia     saltarina

pues mientras zalamera vas cavilando de capullo en capullo

este corazón te persigue

cantando tus andanzas bajo esa corona de centellas

 

 ∴

 

sobre la infancia

 

y te acuerdas como el tío Manuel solía decir en las noches de borrachera y joda

nunca jamás pero algún día

como queriendo acotar la imposibilidad de lo posible

lo que me trae a colación otros momentos de la infancia

en los que solo ahora descubro el espejismo de la soledad

aquel brillo altivo que ciega la certitud de lo eterno

 

como no volver a escuchar y sentir en las tripas

la música de cascajo siendo cercenado por hachas de la lógica

 

el tío Manuel, el tío Roberto, y los abuelos, y los bisabuelos

se han ido ya

son solo ecos

ramalazos de pintura en un yute circunstancial

son acertijos en el diagrama sórdido de lo bello

son parte de esa belleza

tú sabes

esa belleza que no depara en lo bueno o malo

esa belleza que te agobia hasta tragarte

 

allí andan

el tío Manuel, el tío Roberto, y los abuelos, y los bisabuelos

moviéndose de un lugar a otro como mensajeros perdidos

proclamando sus dichos donde lo eterno se confunde con lo nimio

donde las cajas de fósforos las botellas las bolsas de cocaína

conforman un universo de naipes o prismas donde todo es fortuito

donde nada acaba              donde las preguntas asemejan un dios

donde al cerrar los ojos tu estas más despierto que un cuerpo

siendo desgarrado

 

 

 ∴

Carlos Odria, Ph.D. Músico, investigador, escritor y musicólogo peruano radicado en Estados Unidos. Escribe para la revista cultural Suburbano y ha publicado poemas en The Acentos Review, Digo-Palabra-TxT, y Label Me Latina/o. Su investigación ha sido o será publicada en Ethnomusicology, Latin American Music Review, Cuadernos de ETNOmusicología, The Oxford Handbook of Sonic Repatriation, y Mundos Plurales. Actualmente es docente en la Universidad de Worcester State University en el departamento de artes escénicas. Website: www.carlosodria.com