Este fin de semana, la Universidad DePaul y la revista Contratiempo presentan el festival Poesía en Abril. Celebrarán los centenarios de Octavio Paz, Efraín Huerta y Julia de Burgos. Además de una lectura de poetas locales, habrá una lectura de la poeta colombiana Piedad Bonnett y del poeta argentino Jorge Mujica. La revista El BeisMan conversó con la poeta Juana Iris Goergen, autora de los poemarios Entre el corazón y la tierra, Generación y Nosotros los otros.
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¿Cuál es la función del arte y la poesía hoy en día?
El arte: la poesía y cualquiera de sus formas son un despertar. Es como un nacer de la conciencia. Puede ser que te despierte la conciencia del arte por el arte. Hay muchos a los que les gusta la poesía por el juego del lenguaje, por la función transformadora de la poesía lingüísticamente. Pero también puede ser que te despierte la conciencia de lo humano, de lo social y, en mi caso, es lo que me gustaría ver lo que hace la poesía: servir de voz a los que no tiene voz. Servir como voz universal para despertar ese espacio de lo humano y de lo justo dentro de lo humano. Puede ser que despierte las emociones que siempre queremos tener un poco amarraditas: la rabia, el llanto, las pasiones y emociones desmedidas, esas que siempre queremos aguantar y que nadie nos vea en ese estado. Para mí, los poemas son incendios que se propagan y despiertan conciencias.
Mencionaste la palabra propagar. Por una parte recuerdo el boom latinoamericano como una gran llamarada donde uno tuvo acceso en las librerías a los autores del boom, pero también a los poetas de otros continentes. No obstante, hoy en día, el libro ha entrado en crisis. ¿Cómo ves la diseminación de la poesía dentro de esta crisis?
Yo quisiera que hubiese un boom de poesía, pero me parece que la poesía es fundamentalmente un arte oral. Nació como tal y nos olvidamos de la oralidad de la poesía. Comenzamos a publicarla como se publican los cuentos o como se publica la narrativa. Pero no lo veo como decadencia. A mí me parece una posibilidad de resurgimiento porque creo que el espacio digital da a la oralidad de la poesía es clave para los poetas. Lo que pasa es que los poetas no lo hemos reconocido. Todavía queremos ser publicados y vendidos como los novelistas, queremos que se nos lea como se lee a los ensayistas. Cuando los poetas agarremos la poesía por la trenza, quizá entonces nos demos a volver a la oralidad. Hay algo muy lindo que me pasó en Mérida, Yucatán: los domingos hacen plaza de cuenteros. Ese día se leen muchos cuentos y la población acude y se llena la plaza. Así que un domingo, platicando con un amigo que organiza este tipo de eventos, le dije: “Bueno, ¿y los poetas? Mira cómo los cuenteros hacen actividad performista de su cuento. ¿Qué pasaría si hubiera un domingo de poetas?” Y me tomó la palabra y me dijo un domingo antes de que te vayas de Mérida, haremos un domingo de poetas en la plaza. Ha sido la actividad pública más conmovedora que he visto. La gente se levantaba con las lágrimas al escuchar a los poetas que estaban leyendo. Les movían el alma. En ese momento me di cuenta que es lo que deberíamos estar haciendo los poetas y es llenando plazas, yendo a los restaurantes, llevando la palabra oralmente como antaño.
¿Cómo ves el panorama de la poesía en español en Chicago?
Chicago para mí es un lugar que hace hogar —a pesar del frío, a pesar de lo horrible que son las calles que apenas se puede manejar, o las aceras que en cualquier momento te puedes caer, a pesar de las infraestructuras exteriores a lo nuestro. Para mí Chicago ha hecho hogar; por eso me he quedado aquí y me gusta más que cualquiera otra ciudad de Estados Unidos. Y digo que hace hogar refiriéndome al hogar cultural, al espacio cultural que crea. No solamente he conocido acá buenísimos poetas, no solamente buenos, sino buenísimos y poetas generosos también. Ya sea que vienen formados o se van haciendo acá, pero quieren compartir la poesía, quieren ser oídos. Y a lo mejor son poetas que tal vez en su lugar de origen estarían perdidos entre tantos otros poetas que han hecho carrera en esos lugares y se les reconoce por las publicaciones.
Ahora bien, otra de las cosas que ha pasado con la poesía en general y con los poetas cuando me decías “¿qué pasa con la poesía actual?” Es este deseo de todos los poetas de que se oiga su voz, de transmitir su voz acaparado por el comercio de las casas publicadoras que quieren hacer dinero con la voz de todos los escritores. Entonces, tenemos casas publicadoras que se apropian de voces poéticas de América Latina, de España y publican, por ejemplo, esta antología o a este poeta. Así consagran a un poeta y dejan otras voces de lado. No es como el boom que abría espacios sino que cierran espacios.
En Chicago tenemos la gran suerte, casi una bendición diría yo de que ese tipo de editorial comercial no existe. Entonces, estamos dentro de revistas, dentro de centros culturales diseminados por toda la ciudad y eso para mí es el valor de la poesía en Chicago: la buena poesía que se hace. Y cuando vienen estos poetas al festival, una de mis metas siempre ha sido que estos grandes poetas latinoamericanos escuchen estas otras voces de Chicago. Invariablemente estos grandes poetas se van a otros lugares diciendo “qué buena poesía se hace en Chicago”. Y eso es muy valioso. Eso es otro incendio; eso hace que otros poetas piensen: “tengo que ver”, no solo poesía, cualquier otro espacio cultural. Hay poetas que vienen buscando hacedores de cultura en Chicago, porque han oído de ellos o porque han visto en el internet cuando buscan venir a Chicago que acá se hacen buenas producciones teatrales, por ejemplo. Eso a mí me llena de alegría y me hace sentir que estoy en un hogar y no solo en una casa.
¿Cuál es la sorpresa de Poesía en abril este año?
Este año celebramos los centenarios de poetas que han dejado huella y han sido maestros poetas. Han cambiado la manera en que los poetas pensábamos que se podía hacer poesía desde distintos ángulos: Octavio Paz, el poeta filósofo; Efraín Huerta, el poeta del pueblo; Julia de Burgos, la poeta nacional de una isla pequeña pero también la poeta que se inserta desconocida. Es como una voz desde lo desconocido que llega y se inserta en las grandes mujeres de la vanguardia latinoamericana y que curiosamente siguen esa misma voz de la tragedia, de la desesperación amorosa. Borges dijo alguna vez cuando le preguntaron si quería ganar premios o si quería ser reconocido y su contestación fue la siguiente: “Si alguna vez alguien recordara uno de mis versos —quería decir en un mercado— yo me daría por satisfecho”. Por eso a mí me conmueve mucho esto de pensar que en 1924, Neruda publica “Puedo escribir los versos más tristes esta noche” y de que esos versos mecieran un poco mi adolescencia. Y ahora mi hijo, que tiene 17 años, de repente llega un día y me dice: “mira lo que descubrí y es ‘Puedo escribir los versos más tristes esta noche’”. Esa idea del número cien, pero como si fuera cuatrocientos, quinientos o mil… esta idea de cómo perdura la palabra a mí me conmueve y esa es la sorpresa del festival este año. Por otra parte, la celebración de lo que perdura pero se ha cruzado con la tragedia: la muerte de Juan Gelman y de José Emilio Pacheco. Al mismo tiempo que estamos conmemorando la palabra que perdura, estamos conmemorando la palabra que perdurará en esas muertes tan importantes para el gremio de la poesía.
¿Cuáles son algunos de los poetas invitados este año?
Cada año el Festival hace un homenaje a un país o a dos países en la persona de insignes poetas así que este año estamos yéndonos al sur y estamos celebrando Colombia y Argentina. Colombia, en la persona de Piedad Bonnett, que es una gran poeta colombiana y que ha sido muy reconocida en México, como la poeta que recibió el premio Juan Rulfo, por ejemplo. Ha escrito bastante sobre el arte y las mujeres mexicanas. Entonces es la gran poeta de “La Venadita”, que es uno de los poemas que más conmueve a América Latina. Y celebramos a la Argentina en la persona de Hugo Mujica, monje trapense, amigo de los Beat Poets, que estudió en Estados Unidos y va a América Latina. Estuvo en la cárcel. Ha sido un poeta de una trayectoria grande y un poeta que ha servido de inspiración para América Latina. Mujica, un grande en el sentido de maestro. No quiero decir en el sentido de grandes premios y publicaciones solamente sino en el sentido de maestro. Por ejemplo, en DePaul hicimos una pequeña velada poética: “De poetas e inspiraciones”. Le pedí a poetas de Chicago que vinieran a comunicar su poesía y a contar de un poeta que los haya inspirado. Y la poeta Martha Cecilia Rivera llegó y dijo: “mi inspiración es Hugo Mujica”. Una colombiana que estaba diciendo desde Chicago Hugo Mujica me inspira. Boneett y Mujica son dos maestros e inspiradores de poetas. Pero también tenemos otros muy grandes poetas de América: Eduardo Chirinos que viene del Perú; y este año también tenemos poetas que son performistas: Urayoán Noel y Josefina Baez. Ezequiel Zaidenwerg, un joven poeta argentino; Reneé Acosta, una joven poeta mexicana, que ya ha establecido una trayectoria poética increíble a pesar de que es muy joven. Y Manuel Vilas que viene de España y a Ana Merino que es española, pero está en Iowa, dirige el programa de escritura creativa en esa universidad. Los poetas que estamos recibiendo vienen con voces distintas; es la riqueza de Poesía en Abril.
¿Y cómo acercar a la poesía a los jóvenes de ascendencia latina en Chicago?
La poesía tiene que estar en el espacio público porque los jóvenes de acá, sobre todo, siguen esta tradición de Spoken Word o de Louder than Bombs, y se han apropiado del espacio público. Estos sí han vuelto a la calle. En América Latina hay una explosión de susurradores. Se habla de susurros de poesía. Es algo que nace en Francia. Los latinoamericanos que estaban en París hicieron unos cartuchos grandísimos y se fueron a la calle a susurrar poesías al oído de la gente que pasaba. Luego se hizo en Buenos Aires y después en México. Hace dos años lo hicimos como parte del festival. Hicimos un taller de susurradores en varios centros comunitarios; en Pilsen, Humbolt Park y en DePaul, y el día de las lecturas había jóvenes que son americanos pero estaban aprendiendo el español. Me conmovía mucho porque pedí voluntarios y tenía voluntarios de herencia latinoamericana y voluntarios de herencia americana ahí con sus cartuchos susurrando poesía en la calle. Otra cosa que me inspiró fue la presentación de novelistas organizada por el Guild Complex sobre novelistas y narradores en Chicago donde se presentaron lecturas de varias novelas. Algo que me inspiró es que mostraba traducida toda la lectura. Por ejemplo, estaban leyendo fragmentos de su novela Raúl Dorantes, Fernando Osszanski y, una poeta que nos visitaba, Valeria Luiselli y todo estaba traducido. Y eso me abrió una ventana al mundo de la posibilidad.
Poesía en Abril se centra en la poesía en español, ¿en dónde quedaría este otro gran segmento que escribe poesía en espánglish o poesía chicana dentro del concepto de Poesía en Abril?
Hay una salvedad poética que se llama “licencia poética” y nunca hemos cuestionado el hecho de que grandes poetas latinoamericanos de repente pusieran una frase en francés en su poesía. Y que de repente salpicaran su poesía con alusiones que pertenecen a otras tradiciones lingüísticas y a otras tradiciones culturales. Podemos pensar en toda la alusión borgiana, mitologías nórdicas, y por ahí estaba la espada de Alfahir y toda la cosa que cuando leemos esos poemas tenemos que estar con el diccionario. Entonces, la poesía siempre ha sido un espacio de retos. La poesía no es para los leves de espíritu. La poesía es para los fuertes de espíritu porque tiene alusiones, tiene la licencia poética.
Hace unos años al festival de poesía invitamos a dos poetas que son mayormente reconocidas como poetas de espánglish o poetas que escriben en inglés. Una, Nemir Matos y, la otra, Luz María Umpierre. Esto de oír poesía al desnudo, de oír poesía en el espacio público o para el público o recitales, más que leerlo en libros, el beneficio de esto es que te enteras de la razón de ser de un poeta. Y en Poesía en Abril tenemos este diálogo de poetas —que para mí, a parte de las lecturas— es donde más aprendo. Y es lo más importante del Festival porque es donde yo aprendo cuando ellos hablan de la tradición de su país o del resorte que los mueve. Así que Luz María Umpierre dijo: “Yo voy a leer dos poemas: uno en inglés y otro en espánglish y les voy a decir por qué: porque yo soy de una generación que tuvo que apropiarse el idioma del otro para poder hablar de tú a tú. Esa es la razón de que mi poesía esté invadida de estas ‘contaminaciones’ del inglés.” Yo creo que es algo que es importante superar, la idea de pensar que un poema o una obra no puede tener intervenciones lingüísticas de otro idioma. Los poetas de Chicago y los poetas de América Latina tienen poemas con títulos o usan frases en inglés. Acabo de recibir una antología de nueva poesía paraguaya y los paraguayos están escribiendo en bilingüe con el guaraní. Entonces más y más hay un espacio de poesía indígena o de poesía con indigenismos en español o con indigenismos en América Latina. Cecilia Vicuña, por ejemplo, ahora se está convirtiendo en la poeta que todos invitan precisamente porque su poesía es bilingüe con mapudungun, y nosotros estamos haciendo lo mismo con el inglés. Debemos valorar eso. Crear un nuevo espacio para la poesía de esa manera. Algunos lo hacen mejor que otros, yo de repente suelto una frasecita por aquí o por allá, no me manejo bien con el inglés entonces tengo miedo de ponerlo en un poema y de que salga mal, pero los chicos que han crecido acá de herencia latinoamericana, nacen con el deseo de juntar esos dos mundos y a mí me parece fabuloso. Lo alabo y quisiera crear espacios para esto.
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POESÍA EN ABRIL
del 24 al 26 de abril
24 DE ABRIL | april 24
RECITAL | READING
7:00-9:30
ARTHUR J. SCHMITT ACADEMIC CENTER (SAC) # 154
2320 North Kenmore Avenue
Chicago, IL 60614
25 DE ABRIL | april 25
hugo mujica | piedad bonnett
7:00
Poetry Foundation
61 W Superior St,
Chicago, IL 60654
26 DE ABRIL | april 26
ENCUENTRO | POET CONVERSATION
12:00 pm
CULTURA IN PILSEN
1900 South Carpenter St
Chicago, IL 60608
26 DE ABRIL | april 26
recital | reading
7:00
SEGUNDO RUIZ BELVIS CULTURAL CENTER
4046 W Armitage Ave,
Chicago, IL 60639