Foto: Elizabeth Osorno
Varsovia, de Pedro Medina León
Sudaquia Editores (May 26, 2017), 192 páginas, $18.99, ISBN-13: 978-1944407254
Varsovia, la última novela de Pedro Medina León, publicada por Sudaquia, es una novela que recorre el crimen de una joven prostituta llamada Kina. El Comanche, un ex inspector de nacionalidad desconocida, es quien se encarga de investigar y finalmente aclarar el crimen a pedido de su amante, y también benefactora, una joven argentina de nombre Karina. La novela muestra muchos aspectos de Miami, ciudad donde se suceden los hechos, la mayoría no glamorosos, ya que el recorrido es intrincado a lo largo de las drogas, el alcohol y la pornografía. Lo interesante de la novela es que el crimen es la excusa para ver otros matices de la ciudad: marginalidad, miseria humana, pero también lealtad y solidaridad entre los personajes.
El título Varsovia proviene del nombre de batalla de la prostituta asesinada, así es como ella se presentaba ante el nuevo mundo que se le abría en la pornografía. El sueño americano puede ser muchas cosas y puede tener muchos significados. Para cada personaje, Miami se ofrece de manera diferente. A veces hostil y cruel, otras benévola y excitante. La inmigración es una constante en esta novela, los diferentes acentos, las comidas que se saborean, los tragos y los tipos de café que se beben, nos dan pautas inconfundibles de los diferentes puntos del mundo hispano, a veces la referencia es Madrid, otras la frontera con México, o incluso la Mar del Plata del sur. Todas las alusiones nos traen ese abanico enorme que es la comunidad latina en una ciudad tan cosmopolita como Miami.
Cada personaje tiene un músico de cabecera favorito. Esto es importante para poder vislumbrar un poco más la sicología de cada uno de ellos. Al Comanche le gusta Héctor Lavoe, dice que lo necesita para concentrarse y enfocarse en lo que está haciendo. Karina disfruta de Calamaro, que incluso le genera algunas fantasías sexuales. Kina, la malograda joven que es el motivo de las investigaciones, escuchaba a Charly García para desenchufarse del mundo. La música otra vez nos trae un poco de la vertiginosa vida de una ciudad que vive a toda prisa, y a veces, se devora a sus habitantes como ofrendas de sangre en un altar de violencia urbana.
A Medina le interesa mostrar otros aspectos de Miami, y esto también nos ubica en el contexto histórico de la ciudad y ayuda a comprender los procesos evolutivos que dieron cabida al Miami de hoy. El autor no escatima esfuerzos en contarnos anécdotas históricas que han marcado la personalidad de la ciudad. Como por ejemplo los nombres de los bares donde se suceden los hechos: El Hemingway, que fue el lugar donde el escritor se reunía con una de sus amantes, o El Capone, que celebra la amistad entre Hemingway y el gángster, que a veces se juntaban para saborear ron y conversar.
Varsovia es una novela dinámica y fluida, invita a recorrer calles de Miami que están fuera del catálogo del vacacionista y acerca al lector a una realidad cotidiana distinta, de esas que se leen en el periódico, pero que está tan presente en la vida de aquellos que viven a un costado de los espejismos sociales de este país. Quizás el mayor logro de Varsovia es presentarnos como una comunidad que intenta abrirse paso en los Estados Unidos de manera diferente, pero decididos a ser parte de una sociedad que está cambiando, pero sin olvidar los origines, ni las penurias de lo que significa ser un inmigrante. Este tipo de trabajo es bienvenido porque es parte de algo más grande, es parte de la inserción de toda una mancomunidad dentro de una cultura mayor, una cultura que está siendo modificada para siempre. Pedro Medina León nos trae con Varsovia, un documento de nuestro tiempo, reflejándonos con nuestras virtudes, pero también con nuestras bajezas. Un espejo para develarnos tal cual somos.
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Fernando Olszanski, autor de Rojo sobre blanco y otros relatos. Es director editorial de Ars Communis Editorial, www.arscommun.com