ZONA MACO, la modernidad y el fetiche del arte


Foto: ZONA MACO.

 

El jueves en ZONA MACO acompañé a dos amigos compradores de arte y realicé el engagement entre la galería y los mencionados. La obra adquirida es de una prestigiosa artivista. El único argumento que usé para la compra y venta de la pieza fue el valor que la pieza representa y la facilidad con la que ésta se irá catapultando mes a mes hasta alcanzar el doble de su precio o más en poco tiempo. A eso vine y el objetivo estuvo realizado. Por lo demás, no vimos piezas que representaran una auténtica inversión en costes, exceptuando algunos artistas cuyas obras exceden los 200 mil dólares y cuyos precios pueden doblarse sólo al cabo de varios años y no tan rápidamente.

Todo esto lo digo para realizar una clara distinción entre lo que significa MACO como lugar de arte, comercio de arte, FERIA de arte y lo que significa el arte “per se”. Si ZONA MACO es una feria de arte significa que es exactamente eso: un lugar para vender y comprar arte, pero no toda clase de arte ni el arte en sí mismo, sino arte que se convierte rápidamente en un fetiche del capital. Eso implica que las personas que pretendan ver en ZONA MACO un lugar para ver arte y complacerse en sublimes piezas elaboradas bajo el cariz del talento, el dominio de la técnica y la virtuosidad del saber-hacer una pieza con fuerza artística, están un poco desorientados.

No podemos exceptuar la posibilidad de que algunas piezas en la FERIA puedan alcanzar ese nivel genuino de una auténtica obra de arte, una pieza majestuosa y un objeto que se convertirá en un signo importante de las artes contemporáneas. Pero, ese no es el fin de la FERIA y la misma no pretende ser un museo o una colección para el solaz de las almas amantes del arte o para el devenir de la crítica contemporánea del arte o para los reportes culturales o para cosas relacionadas con el capital simbólico de las piezas.

La FERIA está hecha para el comercio del arte y ese comercio tiene unos límites claros y unas definiciones precisas que lo regulan. Si recordamos la FERIA es una de las actividades gestoras de la modernidad/colonialidad, en la medida en que fueron las ferias medievales, realizadas alrededor de los burgos de los castillos en la Europa bajomedieval, las que iniciaron el proceso de ruptura con el paradigma de producción feudal de tipo agrario y de autoconsumo. Esas ferias dieron lugar, precisamente, a la burguesía. La burguesía es la clase social que fraguó la modernidad/colonialidad con algunos nobles. La burguesía se originó a partir de las gentes comerciantes que se establecieron alrededor de los burgos donde se hacían, en ciertos períodos de tiempo, las ferias para que los campesinos fueran a ese epicentro de comercio a abastecerse de lo necesario. Sólo que, con el tiempo, éstas ferias se fueron instalando hasta hacerse permanentes, y esté es el origen de las nuevas ciudades; no en vano hoy en día algunas ciudades de Europa llevan este sufijo, por ejemplo, Hamburgo. Estas ciudades tenían una clara clase dominante, la nueva burguesía, los nuevos comerciantes que activaron toda la actividad del intercambio, reavivaron el uso de la moneda y empezarón a generar los diferentes circuitos de comercio.

La burguesía con el tiempo alcanzó un nivel de riqueza tal que comenzó alianzas con la vieja nobleza dueña de la tierra pero no poseedora de capital, lo cual los llevó a realizar matrimonios entre enriquecidos burgueses (los Medici, los Borja, por ejemplo) y las clases nobles de algunas zonas. Esta alianza produjo paulatinamente el cambio de economía a la vez que instaló el dispositivo de control propio de la modernidad/colonialidad, el Estado moderno. Esas alianzas produjeron los países de España, Portugal, Francia e Inglaterra, y esos países fueron los pioneros de una nueva mentalidad y actitud: la conquista y colonización de nuevos territorios en pos de la riqueza, o sea, la mentalidad moderno/colonial basada en la producción de capital comercial, la cual más tarde, con el invento de máquinas, se convertirá en capitalismo industrial.

El asunto es que la FERIA es para comprar y vender, no para desarrollar actividades más sublimes en torno del arte o de las artes. Por ello, ZONA MACO, como FERIA de arte, no es más que una plaza de mercado de arte, y no lo digo con el ánimo de denostar; así es toda FERIA: los mercaderes entorno al arte hoy se llaman galeristas, corredores de arte (como una), coleccionista compradores que no están tan interesados en la calidad artística de una pieza o en el capital simbólico de la misma, sino en la especulación de obra de arte como patrimonio capital.

Esa especulación, si bien es cierto, está ligada a procesos culturales como la crítica del arte, entre otras, pero finalmente no son aquellos los que determinan el valor en términos de capital entendido como dinero. Lo que hace que una pieza se venda o no es el juego de los intercambios, de los prestigios y del renombre que un artista pueda tener sobre su obra, sea como sea su obra. Aquí estamos en el mercado y aquí jugamos a los términos de la ESPECULACIÓN. Aquí está en juego otros asuntos, como la capacidad de tener optimas relaciones públicas, la pertenencia a las élites dominantes, los vínculos con los dueños del poder dentro de este estrecho círculo. Las alianzas con los especuladores insertos dentro de esas élites que tienen el poder mediático para que, al mencionar a un artista, lo conviertan en el nuevo fetiche de la escena y hagan que su obra se catapulte especulativamente en términos de capital económico, es decir, dinero contante y sonante.

En la FERIA, en ZONA MACO, no hay que ir con la intensión de ver lo último en guarachas en arte contemporáneo. Por supuesto que ése sería un modo desorientado de la intensión que fácilmente terminaría en decepción y luego en esas críticas que se hacen sobre el arte y las élites que lo detentan. A MACO hay que ir a hacer relaciones públicas en el caso de los artistas interesados en ingresar a ese circuito de producción, consumo y que no pertenecen a esas élites (a riesgo de que fácilmente se quemen y queden, como muchos que conozco, en una especie de limbo pues nunca llegan a nada pero siempre están allí intentándolo nuevamente). A MACO hay que ir acompañado de compradores de arte (en caso de que uno no pueda ser un comprador) bien para asesorarlos o simplemente para ser testigo de cómo opera la compra venta del arte. A MACO se puede ir invitado por algún galerista que sabe que uno puede ayudar en el engagement de una pieza específica con un comprador específico. A MACO se puede ir a desarrollar el ojo para convertirse en corredor de arte, o para realizar nuevos vínculos entre compradores y nuevas galerías, para conocer cuáles son los artistas más costosos y revisar qué tan fácilmente se pueden catapultar en plus valor de tal manera que al comprador le interese invertir.

Por último, quisiera señalar que en ZONA MACO no hay arte contemporáneo, por lo menos no en sentido estricto. Como ya señalé es una FERIA y una feria es la enjundia de la burguesía, la matriz o conatus, el lugar de fuerza donde nació la modernidad/colonialidad con todas sus dominaciones y exclusiones. Por lo tanto, allí no hay más que arte moderno, sólo arte convertido en objeto y fetiche del capital. Creo que el arte contemporáneo es más rico en expresiones y finalidades, en técnicas y sentires. El arte contemporáneo está en otras partes, menos en ZONA MACO.

Como sea, me disfruté estar en MACO y ya estoy invitada a tomar el té para degustar el solaz burgués que es apreciar una pieza de arte en una colección privada.

 


Foto: ZONA MACO.

Yecid Calderón (Pasca, Colombia 1975). Filósofo de la Universidad Nacional de Colombia, magíster en Filosofía Política de la Universidad Nacional Autónoma de México. Docente e investigador en filosofía política y filosofía del arte. Activista en la lucha por la disminución de la discriminación sexual. Performer en asuntos relacionados con sexualidades diversas y prácticas artísticas periféricas o “ex -céntricas”, ha participado en festivales de performance en Nueva York, San Francisco, Ciudad de México, Bogotá y Montreal. Ha desarrollado trabajos de performance a partir de su Laboratorio Performático Pinina Flandes con La Pocha Nostra, La Nueva Orden Mundial, La Fulminante, Jaime del Val y Jorge Restrepo. Ha publicado artículos en algunas revistas en relación con el tema de la sexualidad diversa, el performance y prácticas de resistencia.

ZONA MACO 2015
4-8 Febrero

CENTRO BANAMEX. SALA D.
AV. CONSCRIPTO #311 COL. LOMAS DE SOTELO, MÉXICO D.F.