Pedro Pulido: El compromiso de la estética funcional

Pedro Miguel González Pulido es profesor de la academia de arte plásticas más famosa del caribe fundada en 1818, en San Alejandro. Desde la década de 1960, Pulido ha logrado acumular una obra vasta que abarca tanto las artes gráficas, como la pictórica y tridimensional.

Pulido es un creador excepcional. Realiza esculturas en diversas técnicas: talla en mármol de gran formato o madera, crea Arte Povera y modela esculturas en arcilla para su fundición en bronce. Su proceso creador parte de la abstracción a la figuración convencional o a su combinación con no poca maestría.

Asimismo, ha fungido como gestor del proyecto comunitario “El Principito”, ideado para niños, jóvenes y personas de la tercera edad. El objetivo es contribuir al sentido de la vida de los jóvenes a través de la creación, la lectura, la música y el baile.

Tras el fallecimiento del escritor cubano Cintio Vitier, el proyecto retomó este nombre y entonces se reasignó “El Principito” tan solo al taller de las artes plásticas.

La obra escultórica de Pulido se encuentra emplazada en varias ciudades de Cuba: La Habana, Santiago de Cuba, Bayamo, Manzanillo, Holguín, Las Tunas, Isla de la Juventud, así como en las ciudades de Ventura, California, Estados Unidos, y Cuatro Casatella, Italia. En cada lugar que ha visitado también ha creado e impartido talleres tanto en escuelas y centros comunitarios como en universidades, como Villebano, Italia; Koskoca, Austria; Contra Costa College en San Francisco, así como en las primarias de Cayo Vizcaya y la comunidad haitiana del Sur de Miami y en el Museo DuSable de Chicago.

Pedro Pulido es un artista comprometido con la creación y con las nuevas generaciones de creadores. En colaboración con la Academia Nacional de Artes Plásticas San Alejandro —en la cual es profesor— organiza el certamen escultórico de Arte Povera, y los finalistas terminan participando en un simposio. Hasta la fecha el barrio Colón Nuevo Vedado alberga más de 150 esculturas, tanto de los estudiantes como del maestro Pulido.

A partir del primer simposio, Pulido definió el esfuerzo como “la confiscación del arte por los sentimientos, los sentidos y la espiritualidad vs. la confiscación de los sentimientos, los sentidos y la espiritualidad por el arte”.

Y dicho postulado sintetiza el fundamento del Proyecto Sociocultural Comunitario Cintio Vitier, proyecto que fundo el maestro Pulido en la década de 1990.

En el 2014, Pulido funda el simposio de escultura Arte Poveda en la Dionisia, un barrio de estrato muy humilde. Desde la fundación del simposio, el maestro ha ido formulando las bases para este trabajo comunitario a través las siguientes reflexiones:

 

  • “Hemos aprendido y con ello enseñado a las personas a experimentar el espacio en los diferentes lugares de los barrios.”

 

  • “La escultura en armonía con la luz, la sombra y el color evocan una narrativa de alegría inusual; de ahí las expresiones constantes de sorpresa y agradecimiento de los transeúntes.”

 

  • “La obra escultórica emplazada en el barrio son una invitación a generar hábitos culturales entre los diferentes estratos sociales, de manera que inspire a mejorar la conducta del espectador.”

 

  • “Ante la presencia de las esculturas se experimenta energía de una espiritualidad renovada e invita a disfrutar la dicha de la vida.”

 

  • “Las esculturas que producimos y emplazamos en nuestros barrios son agentes de cambio en los espacios mismos como lo hemos percibido antes y después. En ocasiones los terrenos han sido ignorados dolorosamente y otras veces simplemente han sido abandonados.”

 

  •  “Consecuentemente, el arte escultórico y el diseño espacial contribuyen a crear barrios más felices, sociables y seguros.”

 

Pedro Pulido cree en la escultura como un arte útil que nace de la reflexión, la experiencia estética e invita a la contemplación y reposo como lo sugieren los bancos emplazados en los parques de recreo. Un ejemplo de ello es la escultura en el parque Homenaje, localizado en las avenidas 26 y 27.

Enfrente de la Terminal Nacional de Ómnibus de la Habana se encuentra emplazada otra escultura funcional.

En la provincia Santiago de Cuba se encuentra el parque Los Enamorados con una escultura de Pulido que representa el nombre del parque.

Por mi parte, en la Doceava Bienal de la Habana presenté la obra La caja fuerte abandonada en 2017 y una vez que concluyó la bienal, Pulido aprovechó la caja. A partir de ella hizo una escultura funcional donde la caja fuerte le sirve de pedestal. Pueden sentarse diez personas simultáneamente y está en la calle donde se localiza la sede de su casa-galería-taller-proyecto.

Su impronta creadora también está en la colaboración recíproca. El artista mexicano Alfonso, Piloto, Nieves Ruiz también ha colaborado en el proyecto. Cuando Piloto participó en el Festival de la Tierra en Cuba, realizó la escultura Zum zum Colibrí en homenaje al evento y la emplazó en un espacio de la intersección de las Avenidas 25 y 26 que asimismo se convirtió en un pequeño parque.

            El maestro Pulido se hace presente entre sus coterráneos y visitantes de otras latitudes a través de sus esculturas ya que invitan al vecino y al espectador a jugar ajedrez, dominó, disfrutar los alimentos, amarse e, incluso, tener presente hitos históricos como los acontecimientos protagonizados por la esclava Carlota en 1800 o recordar al negro libre José Antonio Aponte Ulabarra, que en 1812 gestó una conspiración contra España. Otra pinto-escultura alude al apóstol nacional cubano José Martí de una manera más contemporánea a través de sus distintas representaciones.

Durante el periodo especial cubano (1990–1993), el maestro Pedro Pulido protagonizó un evento para evitar que la Academia San Alejandro cerrara sus puertas por falta de materiales y con el motivo de amplificar la información sobre dicho periodo, organizó el Simposio Internacional de Escultura “La puerta de la amistad”. Además de alumnos y profesores de la academia, participaron escultores de Canadá, Estados Unidos y España. Tras el logro del Simposio, el escultor Pulido recibió la medalla por la cultura nacional. Ese ha sido tan solo uno de los reconocimientos que el Maestro Pedro Miguel González Pulido ha obtenido en una trayectoria creadora que empezó en la década de 1960. Desde entonces, el arte lo ha acompañado en su hogar, el aula, la calle, la sala de exhibiciones, el museo y su barrio.

Maestro Pulido, gracias por existir, crear y enseñar.

 


Universo 1, 2019, acrílico sobre cartulina,  70 cm X 50 cm