Cocodrilos en la noche de Gisela Heffes

 

Cocodrilos en la noche de Gisela Heffes 
RIL editores, Santiago de Chile, 2020. 107 páginas. $9.99, ISBN: 978-956-01-0814-2

 

Este libro es un diario que reescribe palabras e imágenes sobre la corteza de la memoria. Es una novela-testimonio sobre la enfermedad y muerte del padre. A través de los fragmentos de su diario, la narradora escribe de una forma fotográfica: registra, colecciona, comenta, y reorganiza las imágenes de la rutina de su padre, como paciente, “del lado de allá”, en una Buenos Aires que la narradora recorre con mirada extrañada. Del lado de acá”, la hija-madre, profesora y escritora en una ciudad norteamericana sigue acompañando al padre, componiendo una textura de palabras e imágenes, una memoria subterránea como el duelo, que le permita reorganizar los signos y sacar a la luz algún sentido.

La comparación entre escribir y fotografiar no es fortuita: en esta novela escribir es una forma de revelar. Siguiendo la premisa del epígrafe de que renunciar es acercarse, la narradora sella un pacto de escritura, que le permite acercarse con honestidad y valentía a la materia que narra. Expone todo. Renuncia a todo para acercarse, para observar con lucidez. Reflexiona y escribe sobre su propia escritura: “escribir es como derramar un vaso de vino. Una vez que se vuelca, no hay forma de contenerlo. Es una mancha que se expande hasta penetrar algún remoto espacio y estancarse allí, como las palabras”.

A partir de un testimonio íntimo, el libro se pregunta por la dignidad de los pacientes en medio de la parafernalia institucional que controla sus cuerpos, e ilumina los problemas del cuidado de la enfermedad y la vejez, tanto a un nivel institucional como familiar. “Las enfermedades son implosiones, y generan disfuncionalidad familiar y social”, dice la autora en otra parte. ¿Qué significa salvar la vida de un enfermo? ¿Implica violencia sobre su cuerpo y su autonomía? ¿Hasta qué punto existe la posibilidad de consentimiento de los pacientes y sus familiares? ¿Quiénes y cómo acompañan a quienes están convalecientes o están muriendo?

En el diario se registra la inconmensurabilidad de las palabras y partes técnicos de los médicos con la experiencia de la enfermedad del paciente y los familiares que preguntan de vuelta: ¿volverá a jugar al tenis? ¿Podrá visitar a sus hijos en el extranjero? Este testimonio registra el poder, que a veces se ejerce con violencia, de mantener vivo a alguien. Y también registra la violencia, generada por el poder de los cuidadores y familiares sobre el cuerpo del paciente; unas violencias difíciles de percibir, perpetradas por cansancio, miedo, desesperación, o desconocimiento.

En sintonía con los trabajos de otros escritores latinoamericanos que viven en Estados Unidos como Sergio Chejfec y Cristina Rivera Garza, esta novela experimental reflexiona sobre la forma de la novela y tiene una gran conciencia espacial. La voz-mirada de la narradora de Cocodrilos en la noche ensambla imágenes para darles sentido, crea una cinta nueva, en forma de novela, como una continuación de las películas que ponía su padre en el proyector Súper 8. Con meticulosidad, dejándose llevar por el juego de la escritura y por momentos con humor, a través de esta colección de fragmentos, recuerdos, y conversaciones, la autora honra la memoria del padre.