Poemas de Violeta Vicente Miguelez

 

I. Washington D.C.

 

Después de una semana

me invadió la tristeza

de querer escapar y no saber a dónde

Se hacía la tarde y el repiqueteo de la lluvia

sonaba en mi cabeza

En la sensación de vértigo, en el dolor de panza

estaba el deseo inconfesable

de una noche sola

sin mi marido

Me sentía endeble, marchita, esposa

aprendiendo a cocinar

en el país de la comida enlatada

Hasta ahora había visto dos memoriales de guerra

Todas calles anchas y vacías

Un gualicho en un jardín

La ironía de las flores en canteros de árboles pelados

Hace poco leí

cómo nos apresuramos a llamar hogar

al lugar donde dormimos (Robin Myers)

Él me dice con su discurso sin réplica

hogar es la unidad que comparte

los gastos de alimentación (Mi Marido)

 

 

II. Instrucciones para usar el lavarropas

 

A las 10 am, dice

A las 10 am toca la puerta

Domingo, vestida de entrecasa

Viene a explicar 

el funcionamiento del lavarropas

 

         (Se les dice landlord / landlady

         dueños de la tierra

         a los que te alojan en su sótano)

 

Pide algunas prendas para su demostración

Mientras las coloca, me da vergüenza 

el olor que despiden

 

         (Recuerdo un sueño febril

         soy una lombriz

         entre una multitud de lombrices

         y nos aplastan

         para volvernos una sola cosa

         un hedor insoportable)

 

La vecina es un manual de instrucciones

Sin embargo, no hay mucho que aprender

Colocar la perilla en Normal y apretar ON

 

         (Las lombrices no usamos prendas delicadas

         Esos son los Bombyx mori

         con su arte de mutar)

 

Ella aprovecha el encuentro

o tal vez por gentileza

cuenta anécdotas 

que sugieren algo más

 

Por educación, respondo 

unas medias palabras mal pronunciadas

que acompaño con movimientos 

de manos y cabeza

 

It’s just a matter of confidence

¡Confianza, querida!

 

         (En el subsuelo confiamos 

         en el sordo y ciego instinto

         de supervivencia)

 

Ella dice:

Nadie quiere

a los americans

porque vamos por ahí

asumiendo que todos speak in English

Un día en París

un vendedor me dijo

Je ne comprend pas

Saqué a relucir mi francés universitario

y él me respondió entonces

I don’t understand you

 

         (Las palabras están llenas de tierra

         La tierra está llena de palabras)

 

 

III. Alimañas

 

En esta ciudad

hay unas ratas enormes

No, no digo las ardillas

Vi tres hasta ahora

como momias de museo

conservadas por el frío

entre la gente, el hollín, ¡los gritos!

Pienso que 

de haber estado vivas

hubieran hablado

como en las películas

con la voz rasposa

iluminadas por la luna

Pero las vi de día

aplastadas

decorando el pavimento

Una tenía

su interior rebalsado

Se podía ver 

el húmedo terracota del estómago

el laberinto pálido de su intestino

la violácea hinchazón del hígado

la vesícula biliar como adorno navideño

Cinco segundos, una lección de anatomía

Encontré las otras dos

en una etapa posterior de descomposición

Secas como las flores que guardaba en mi cuaderno