Pájara
¿Y esa narí’ de prieto?
¿Tú ere’ macho o macha?
Tú te vistes muy raro
esa ropa es de hombre
¿Tu ere’ varón o hembra?
Camina como mujer
Malcriade
¿Y esa pelá’ de hombre?
¿Cómo puedo escribir en mi contra si otros se han dedicado a hacerlo? Mi propia existencia ha sido objetivo de perdigones que viajan a la misma velocidad que su inseguridad interna.
¿Cómo no escribir en contra de mí misme, si el sistema condena todo lo que compone mi esencia para proceder a su anulación? Soy sátira e invectiva del imaginario colectivo y estatal.
Mi venganza es ser resistencia.
Soy resistencia corpocultural;
un cuerpo que habito pero que no me pertenece
vivo con voces externas que a veces no me permiten escuchar las mías, ¿cómo escriben sobre mí si no me escuchan?
Paradójico el amar, la desnudez, pero no reconocer mi cuerpo
el cuerpo
no es mío.
Qué difícil dejarse querer sobre cimientos de gajos
cuando la lluvia moja
cuando el sol quema
cuando la gota de sudor recorre tu columna hasta asentarse en la curvatura de la cadera.
Creo en acabar con sistemas hegemónicos, heteronormativos, patriarcales, racistas, desarticulados al deseo y al erotismo.
Para que te encuentres
para encontrarme
para encontrarnos
creer en esa subjetividad política, corporal y performativa.
Liberar la cuerpa
sin responder a los cánones de belleza
de cuerpo estándar
“pulcro y sagrado”.
Cuerpa resistente
como recorrido de lo que es coexistir entre el colonialismo ficticio y artificial usado como otra excusa para oprimir.
Escribo porque escojo ser evidencia
de que estuve aquí
de que resistí
de que resistimos
de que nuestra existencia no es efímera
de lo insignificante que es la ceniza cuando usaste lo intangible
como permanente.
Escribo porque dicen que las personas de color y maricas no son de letras, para que no escriban sobre lo que mi cuerpo realmente no dice.
Escribo porque la historia no habla de mí.
Sin embargo, mi cuerpo ha hecho resistencia a batallas que llevamos siglos sin conquistar
librando luchas en contra de parábolas bíblicas que justifican nuestro desaparecimiento. Escribo porque, al parecer, la voz no deja rastros y la élite trata de borrarnos. Escribo para honrar a los cuerpos trans que aparecen en parques; donde las autopsias son charadas, la duda una constante y el vogguing, la irreverencia, lo negro y la escarcha como parte de la resistencia y la memoria.
Imaginarios colectivos
caprichos de los más necios
presa para carnicero
peleas de nuestres ancestres
y memoria de los que nos recuerdan.