La Miami neurótica de Gastón Virkel

Neurosis Miami de Gastón Virkel
SEd, Miami, 2023. 310 páginas, ISBN 979-8987091241

A principios de la primera década del siglo XXI, Boris Finkelstein emigró de su país natal, Argentina, pero al contrario de la mayoría, se bajó del avión con la promesa ya cumplida. Esa fue su perdición. Boris llegó a Miami con sus papeles en regla directo a ocupar un puesto de trabajo nada más y nada menos que en una empresa ícono cultural de la época, MTV Latinoamérica. Quizás por eso, Boris sintió no el deseo de alcanzar su propio sueño americano sino uno ajeno, el de Sammy, viejo actor mexicano adormecido de mezcal que tras ser parte del episodio piloto de Miami Vice, la serie de televisión que en la década de 1980 definió la estética mayamera por varias décadas, sólo pudo ver la gloria alejarse burlona cuando su personaje quedó fuera de la versión definitiva del seriado que, en palabras del propio Sammy, “cambió la historia de esta pinche ciudad”.

Neurosis Miami (SEd, 2023), la más reciente novela de Gastón Virkel, es un rito de iniciación, el de Boris, que mientras aprende a ver la latinidad como una de las promos que debe escribir para MTV Latinoamérica, mezcla de referentes, imágenes y sonidos que parecen tener un significado distinto según el interlocutor, también se juega su propia identidad al aceptar ser parte del proyecto de Sammy: escribir un episodio de Miami Vice adaptado al presente de la ciudad, que en esos años iba encaminada a convertirse en el nuevo bastión del arte contemporáneo y del circuito mundial de galerías de alta esfera, para presentárselo al mismísimo Michael Mann, el legendario productor de la serie y de tantos otros éxitos televisivos y cinematográficos. No obstante, Wilma, esposa de Sammy y con su propia leyenda sobre el papel que tuvo tras bastidores en Miami Vice, pone en alerta a Boris, no sólo porque debido a ella su lealtad hacia Sammy estará siempre al borde del precipicio, sino porque Wilma sabe que ese precipicio es el propio proyecto, que Sammy ya se lo ha propuesto a varios y el resultado es el mismo, el auténtico vicio de Miami, un laberinto sin salida que te puede hacer olvidar que la ciudad era apenas el puerto de entrada hacia mejores destinos: como casi todos, Boris llegó a Miami pensando en Nueva York, en Los Angeles, en Londres, pero se va acostumbrando a la espera, a la posible gloria que, al igual que a Sammy, se le muestra cercana y esquiva en las formas de Wilma.

A Virkel le gusta hacer versiones del libro dentro del libro. Su anterior novela, Maldito Lasticön (SEd, 2019), es también poemario al mostrarnos los poemas que el personaje principal va dejando en los sitios más inesperados de Miami Beach. En Neurosis Miami, el guion que Boris y Sammy escriben es parte de la historia, convirtiéndola en una especie de fan fiction que nos obliga a preguntarnos sobre el episodio que nos habría gustado ver de Miami Vice. En mi caso personal, recuerdo las transmisiones de Miami Vice por el canal 4, Venevisión, con Sonny Crockett y Ricardo Tubbs hablando en voces que no les pertenecían y con ello volviendo la ciudad un poco irreal. Creo que a Boris y Sammy también les pasa, por momentos la Miami de la que quieren escribir no parece existir realmente, uno porque acaba de llegar y todo se le muestra nuevo, extraño, hasta cierto punto maravilloso y atractivo; el otro porque tiene demasiado tiempo en la ciudad y aunque sabe que las cosas están hechas de oropel ya no le es fácil reconocer lo que es efímero de lo permanente, el original de la copia.

En efecto, Neurosis Miami y el episodio apócrifo de Miami Vice es una vía para tocar el tema que más le interesa a Virkel, la propia ciudad de Miami, una ciudad que, como dice Boris, se reinventa cada veinte años. La Miami de Virkel está en conflicto con la reinvención que Boris y Sammy quieren retratar en la nueva etapa de Miami Vice, porque la Miami de Virkel no está llena de galerías que tasan sus obras en decenas de miles de dólares, la Miami de Virkel la pueblan artistas que desatienden sus mesas por estar pensando en la próxima obra, poetas que publican en baños públicos, actores que quedan fuera de las series exitosas, grafiteros que saben que su obra más importante será pronto demolida para dar paso a una torre de cristal. Es ese el magnetismo que Sammy ejerce sobre Boris, el hecho de que pertenezca a la estirpe de los que siguen haciendo su arte aunque el éxito y la fama siempre les hayan sido esquivos y que lo seguirán haciendo hasta el punto de que si llega el éxito más bien sería la muerte.


Luis Alejandro Ordoñez. Escritor y editor venezolano que vive en Estados Unidos desde 2008. Ha publicado las novelas Aquí no encontrarás a Weeping Sally (ARS Communis, 2023); Si me muero, abre estos archivos (Suburbano, 2021); El último New York Times (Suburbano, 2018, traducida al inglés como The Last New York Times y publicada por Katakana, 2020); el libro de relatos Play (ARS Communis, 2015) y la antología de microrrelatos Con la urgencia del instante (ARS Communis, 2023). Es egresado en Estudios Políticos por la Universidad Central de Venezuela.