Atorando al toro por los cuernos


“Y yo pensaba que México era surrealista.”

 

El euro, el peso mexicano y muchas otras monedas sintieron la sacudida de este nuevo rumbo que toma Estados Unidos. De pronto las páginas del gobierno Canadiense se bloquearon porque mucha gente busca salir corriendo por los resultados electorales recientes. El pánico está, pero no nos vamos a ningún lado.

Donald Trump acaba de aceptar la victoria en esta contienda presidencial. Fueron resultados inesperados para una gran mayoría que confiábamos en el sentido común del pueblo estadounidense, pero de manera sorpresiva se la lleva un candidato que siempre ha visto más por la popularidad y las ganancias personales, que por un pueblo que pretende gobernar. Personaje de reality show, que promueve el odio, la división… que tiene un discurso claramente discriminatorio y misógino, en contra de la comunidad LGBTQ, la comunidad afroamericana e inmigrante…

Ahora es el nuevo presidente de la nación. No sé si tendremos que regresar a las movilizaciones por los derechos civiles de la década de 1960, pero de ser necesario lo haremos.

Hoy es una noche triste porque se acabaron las palabras y los discursos. Trump tendrá el poder convertir las palabras en acciones. Asimismo, el Senado y el Congreso terminaron en esta contienda con mayoría Republicana, ¡chingada madre! ¿Dónde se encontrará el contrapeso político para frenar o negociar las iniciativas de un presidente ignorante, racista, xenófobo, misógino y homofóbico? 

No es que sea súper fan de Obama… qué va, pero dar el brinco de Barack y Michelle Obama a Donald y Melania Trump es abismal. Obama tiene algunos principios rescatables, Trump es una caricatura (viéndolo de manera muy mexa) entre Fox, Calderón y grandes porciones de Peña Nieto… cada uno era atemorizante, pero una capirotada con estos elementos es de terror.

Trump es un hombre de 70 años con ideas muy claras y específicas desde sus inicios de campaña que son muy peligrosas… algo ciertamente interesante es que quien voto por él fue por su plataforma política. Al elegir a Trump, el electorado estadounidense mostró su verdadero rostro e ideología (shame on you!) y quien votó por Hillary Clinton en muuuchos casos lo hicieron por votar en contra de Trump, y no por estar a favor de ella. 

Fue un voto de castigo, un voto débil. Aún así hay que tener claro que Trump puede plantear las propuestas que quiera, pero tenemos derechos constitucionales quienes vivimos en Estados Unidos, seamos residentes legales o no. Y son derechos que debemos defender porque muchos activistas han luchado para lograrlos. Nos toca defenderlos. Lo vean o no, aportamos con nuestro granito a esta sociedad. Además tenemos hijos aquí y somos parte de la sociedad les guste o no, nos corresponden dichos derechos.

Hay un término en psicología que es la desesperanza aprendida que habla de que si luchamos por algo con toda convicción, empeño y si no se logran los objetivos, se puede pensar que nuestro esfuerzo es inútil y que no vale la pena seguir luchando. No es así, el voto de nuestra comunidad fue importante y debemos tener conciencia de que si no se logró lo que se buscaba, no fue inútil porque ahora somos una fuerza electoral (no solo económica y cultural) significativa en este país. Por lo tanto, debemos utilizarla para demandar derechos y tener una representación en las cámaras del Senado y del Congreso para la toma de decisiones. No podemos aceptar dar un paso atrás.

Ahora ¿qué sigue? Mantener las redes, mantenernos informados y unidos porque se vienen tiempos difíciles. Los inmigrantes, por lo general, venimos de sistemas opresores, nepotistas, corruptos, explotadores, y ahora aquí vivimos. Lo constatan los dreamers, los jornaleros, los que se la parten día a día para sobrevivir, los que salimos para buscar un porvenir. Mantengámonos atorando al toro por los cuernos; o sea, organizados. Esas redes nos harán fuertes. Tenemos derechos, somos fuertes. Somos un chingo y estamos conscientes que la sociedad nos necesita. Y yo pensaba que México era surrealista. Next!

 

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Alma Domínguez. Directora de eventos de OPEN Center for the Arts. Fundadora de Pintoras Mexicanas. Recibió una Licenciatura en Psicología y una Maestría en Ciencias Sociales, obviamente eso no la hace periodista, lo cual no le preocupa. Ella es más feliz cuando vende garnachas los domingos y entre semana trabaja como Financial Advisor.