Despidamos al poeta mesurado

 
Leonard Cohen. Foto: Javier Soriano/AFP

 

Atónitos, asistimos a la era del tiempo vertiginoso; las cortinas se descorren y quedan al desnudo los mecanismos del poder que ya intuíamos. “Todo mundo sabe que los dados están cargados/ Todo mundo sabe que la guerra terminó/ Todo mundo sabe que los buenos perdieron/ Todo mundo sabe que la pelea estaba arreglada/ El pobre se hace pobre y el rico se hace rico/ Todo mundo lo sabe”.

Anoche, esperando el tren en una plataforma de la línea roja, trataba de organizar el caos de pensamientos, la perplejidad todavía fresca de ver a un grupo de patanes ascender al poder. Y apareció en mi teléfono y se multiplicó la noticia en el timeline de Facebook: Leonard Cohen ha muerto a los 82 años.

Se va Cohen, con su lección de elegancia espiritual, con sus claridosos versos, su estatura de gigante humilde.

Fue inevitable recordar la imagen de aquel hombre delgado, “a bastard with a suit” en medio del escenario del Chicago Theater en la gira de hace seis años, desgranando una a una esas canciones invencibles; el nudo en la garganta con que asistimos a ese repaso por las estaciones de una educación sentimental.

Quiero pensar que esta melancolía, la tristeza por estos días que corren, es el humus de una nueva manera de hacer las cosas, que Cohen y estos gigantes que nos dejan (Bowie, Prince, etc.) de alguna manera entregan el relevo, encapsulan el paradigma estético de una época que termina, que la indignación es el revulsivo que habrá de sacudir las cosas, que la victimización y la desesperanza estorban justo ahora que la fusión de la política y el espectáculo alcanza un nuevo grado de cinismo.

Kurt Cobain escribió en una canción la cita más memorable y precisa en torno al poeta canadiense: “Give me a Leonard Cohen afterworld where I can sigh eternally”. Así, con esa desmesura, despidamos al poeta mesurado. “You want it darker” nos dijo en su camino de salida. “We killed the flame”.

 


Julio Rangel, poeta y escritor. Es miembro del consejo editorial de la revista Contratiempo.