Princess Nokia, la artista del futuro


Princess Nokia durante el Pilsen Fest 2016. Foto: Carolina Sánchez

 

Una joven de 24 años se alista para salir al escenario. El público que ha asistido a verla en su natal Nueva York es un hervidero. Propios y extraños se han rendido ante su hip-hop, el cual habla lo mismo de problemáticas de género que de multiculturalidad, así como de sexualidades divergentes o las diversas emociones por las que atraviesa esa generación englobada en el escurridizo término millennial, todo aderezado con referencias a la cultura pop.

En cuanto pone un pie en el escenario, nuestra heroína grita como una Banshee: “New York, let’s make some noise”. Entonces suenan las primeras notas de “Tomboy”, sencillo extraído de un EP llamado ‘1992’. Las sensaciones se agolpan, el público se vuelve loco. Un nuevo fenómeno socio-musical ha nacido. Su nombre, Princess Nokia.

*Suena un scratch* *La imagen se congela*

Pero antes, algo de historia.

A los 16 años, Destiny Nicole Frasqueri Ortiz tomó la decisión más importante de su historia: sobrevivir. Tras años de abuso físico por parte de su madre adoptiva, Destiny, armada con sólo 3 dólares y un celular cargado al 75%, dijo no more y huyó de casa. El punto final de un historial de agresiones no sólo liberó a nuestra protagonista, sino que le otorgó la posibilidad de comenzar de nuevo, de reinventarse. Esa sería la génesis de la futura Princess Nokia.

Una vez fuera de aquel hogar destructivo, y con la conciencia de que para sobrevivir en el mundo sólo se tenía a sí misma, se dedicó a diversas actividades, algunas legales y otras… no tanto. Y es que el mundo se le presentaba como una batalla constante, así que como dice el dicho, en la guerra y en el amor, everything counts. En medio de su recuperada adolescencia, tuvo la oportunidad de inmiscuirse en la vida bohemia de Nueva York, donde conoció a diversos artistas, quienes la inspirarían a encontrar su propio camino.

 

 

A pesar de no tener una educación formal en la disciplina, decidió que la música sería el medio por el cual se expresaría. Un par de años después, bajo el alias Wavy Spice, presentaría sus primeras creaciones, entre las que destacaría “Bitch I’m Posh”, composición cuasi-dance que atraería algunos reflectores internacionales. Las disqueras no tardaron en lanzarse sobre ella con diversas ofertas y contratos. Sin embargo, Destiny rechazaría todo con tal de mantener su coherencia y dignidad intactas, valores que le vienen de un auto-asumido feminismo.

Esta decisión la llevó a tener total control creativo de su arte, lo que la haría evolucionar en un nuevo proyecto llamado precisamente Destiny, donde jugaría con géneros como el R&B y el pop, lo cual demostraría que su capacidad creativa resulta prácticamente ilimitada. Sería circa 2014 que se asumiría como Princess Nokia, en un nuevo salto evolutivo de su arte. En esta faceta destacaría el sencillo “Dragons”, inspirado por la popular serie Game of Thrones.

Esta composición no sólo aumentaría su estatus en el universo musical, sino que la haría encontrar su más fuerte rasgo identitario hasta el momento, pues como Princess Nokia nos otorga una de las obras más brillantes del 2016, el ya mencionado EP ‘1992’ (año en que Destiny nació). La obra se compone de 9 temas en la vena del hip-hop, entre los que destacan “Bart Simpson” (una suerte de declaración de principios, donde sobresale la línea “I like Marvel cos’ characters look just like me”: una demostración de que el imaginario cultural es sumamente importante al momento de la construcción de identidad), “Tomboy” (oda a la diversidad no sólo sexual, sino del cuerpo; una resistencia ante los cánones occidentales de belleza), “Bruja” (revisión de su historial étnico, al tiempo que una reivindicación del poder femenino asociado a la brujería), “Mine” (un vistazo a la comunidad latina de Nueva York) y “Tweety Bird Freestyle” (composición que deja ver su ingenio como MC).

De suerte tal que ‘1992’ no es únicamente una obra fresca, innovadora y esperanzadora, sino que también resulta una especie de manifiesto para una nueva generación, para un nuevo mundo, ya que las letras y música de Princess Nokia son el reflejo de una realidad que busca romper con lo conocido hasta el momento, que quiere transformar nuestra realidad.

En una de las reseñas más icónicas del rock (si no es que la más), el periodista y productor Jon Landau, luego de presenciar un concierto mítico, dijo: “I saw rock n’ roll future and it’s name is Bruce Springsteen”. Tras escuchar la obra total de Destiny Nicole Frasqueri Ortiz en cualquiera de sus alias, no queda más que parafrasear la sentencia y emoción de Landau para decir: “estamos escuchando el futuro, y su nombre es Princess Nokia”. Al tiempo.

 

 

 

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Israel Pompa-Alcalá. Nacido en el Distrito Federal durante el simbólico 1984, es un escritor y músico que busca, a través de su quehacer, encontrar el camino de regreso a casa. Con estudios en sociología, música, literatura y filosofía, ha publicado en diversos medios nacionales e internacionales, lo mismo acerca de música que de asuntos como moda, problemáticas de género, reseñas de conciertos, multiculturalidad, situación migrante, cine, deporte y arte.