Policía de Chicago ‘viola la 4ta Enmienda de la Constitución’ dice informe de Departamento de Justicia


La procuradora general del país Loretta E. Lync durante la conferencia de prensa junto al procurador Zach Fardon, Vanita Gupta, encargada del Departamento de Derechos Civiles del Departamento de Justicia y el alcalde de Chicago Rahm Emanuel en Chicago el 13 de enero de 2017. Foto: Max Herman

Por años el grupo Chicago Alliance Against Racist and Political Repression se posaba en la Plaza Daley tratando de llamar la atención a los actos de violencia de la policía de Chicago sin ningun exito. Ningún medio los cubría.

Luego con la muerte de Michael Brown en Ferguson, de Eric Gamer en Nueva York, de Freddy Gray en Baltimore y luego de Laquan McDonald en Chicago los medios comenzaron a notar que ahí había una noticia.

El alcalde de Chicago Rahm Emanuel trató de evitar que se diera a conocer el video de la muerte de McDonald, a manos de un policía blanco, pero un juez le ordenó hacerlo público.

Ahora la semana pasada el Departamento de Justicia del país dio a conocer los resultados de su investigación de un año de las normas de práctica del Departamento de Policía de Chicago.

Loretta E. Lynch, la procuradora general del país, viajó a Chicago el 13 de enero, y junto a Vanita Gupta, la encargada de la división de los derechos civiles de la procuraduría federal, anunciaron los resultados de la extensiva investigación que revisó miles de documentos y entrevistó a cientos de policías, oficiales y residentes.

“Sobre la base de tan exhaustiva revisión, el Departamento de Justicia ha concluido que hay causa razonable para hacer creer que el Departamento de Policía de Chicago se compromete en una norma o practica del uso excesivo de la fuerza en violación a la Cuarta Enmienda de la Constitución”, anunció Lynch en el lobby del edificio federal Dirksen.

“Nuestra investigación encontró que esta norma o práctica es el resultado de procedimientos deficientes de entrenamiento y de sistemas de responsabilidad”, señaló Lynch.

La procuradora entonces prosiguió a enumerar algunas áreas en donde la investigación encontró que había deficiencias.

La policía de Chicago, dijo ella, fracasa en recolectar y analizar datos, incluyendo los datos de las quejas sobre mala conducta de los oficiales y las deficiencias en su entrenamiento.

Tampoco, destacó Lynch, se revisan los casos del uso de la fuerza para determinar si estos fueron apropiados o legales o determinar si el uso de la fuerza pudo haber sido evitado.

“Todas estas cuestiones son agravadas por la mala supervisión y revisión, lo que lleva a una baja de ánimo (moral) de los oficiales y una erosión de ser responsables”, agregó Lynch.

Gupta, por su parte, agrego en sus comentarios sobre el uso de la fuerza excesiva por parte de los 12 mil miembros de la policía de la ciudad lo que el Departamento de Justicia encontró.

“Como dijo la procuradora general, encontramos que el departamento de Policía de Chicago practica una norma de usar fuerza excesiva, incluyendo fuerza letal y fuerza no-letal”, afirmó Gupta.

Estas normas, dijo ella, incluye, por ejemplo, tirotear a la gente que no presentan una amenaza inmediata y usar Tasers en la gente por no obedecer órdenes verbales.

“Esta conducta no solo daña a los residentes, también pone en peligro a los oficiales,” dijo ella. “Y resulta en muertes y heridas y trauma que pudieron ser evitadas”.

Gupta agregó que estas prácticas erosionan la confianza entre policías, la cual es la fundación de la seguridad pública.

Entre lo que el reporte del Departamento de Justicia también descubrió está lo siguiente:

El Departamento de Policía no entrena adecuadamente a sus policías y se encontró que en un entrenamiento sobre el uso de la fuerza letal se usó un video de hace treinta años que está ya fuera de tiempo.

Que los policías no reportan plenamente los usos de la fuerza letal y que los supervisores no revisan apropiadamente el uso de esa misma práctica.

EL informe también apunta que es el sistema de responsabilidad está roto y muchas quejas contra los policías no son investigadas. Y que cuando sí se investigan, estas pesquisas son lentas, con poco personal que fracasa en entrevistar a todos los testigos. De treinta mil quejas sólo se castigó a los oficiales involucrados en un 2 por ciento de los casos, se dijo.

El informe también encontró que las promociones en el departamento no son transparentes y que tampoco se les provee ayuda a los policías bajo el estrés y trauma de su trabajo.

El alcalde Rahm Emanuel asistió a la conferencia de prensa en donde se anunciaron los resultados de la investigación que resultó después que se dio a conocer el video sobre la muerte de Laquan McDonald. Emanuel pareció un niño del coro que iba a ser criticado pero no, tanto Lynch como Zachary T. Fardon, el procurador federal en Chicago, alabaron al alcalde por las reformas que ya ha implementado pero que él mismo reporte indica que son hasta hoy insuficientes.

El diario Chicago Sun-Times entrevistó a varios parientes de las victimas del uso excesivo de la fuerza de los policías después que este salió a la luz y muchos de ellos dijeron no tener fe en que el Departamento de Policía, por el momento, se pueda reformar.

Activistas, críticos del informe, dijeron que este fracasa en mencionar el factor del racismo ya que la mayoría de las víctimas de la policía son afroamericanos y Latinos del lado Sur y Oeste de la ciudad.

 

Antonio Zavala. Periodista freelance. Reside en Chicago.