Allá en San Fernando. Foto: Silvia Méndez
Después de varias presentaciones en Chicago y suburbios, la obra Allá en San Fernando, de Colectivo El Pozo, terminó su temporada este fin de semana en el salón Charlie Chaplin del Colegio San Agustin, institución eductiva en donde se presentó por primera vez la obra a través de lecturas.
En la historia, Salomé, Judith y María, son víctimas de la violencia engendrada por diferentes razgos de la sociedad, ellas son privadas de su libertad, vejadas en su calidad de seres humanos, por dos hombres que asemejan pertenecer al ejército. Al final, las tres sucumben ante la muerte, no sin antes implorar por sus vidas. Sin embargo, al parecer la justicia hace la lucha por asomarse en el Limbo, donde se vuelven a encontrar las tres mujeres, encuentro que también se da con sus captores y victimarios (El Ciego y El Matamoscas), todos desembarañan sus propias vidas buscando quizá un perdón añorado, quizás allá a lo lejos, en las terrazas o al cruzar la puerta.
Allá en San Fernando, es también un reflejo del interminable peregrinar de los inmigrantes, que por su tezón de encontrar la luz al abrir la Puerta, se enfrentan a la terrible sumisión del narcotráfico, que no solo pretende el traslado, la extorción, el secuestro, sino que también buscan la afiliación a sus agrupaciones. La puesta en escena, es parte de los inexplicables suscesos (al menos por las autoridades) que cada vez se multiplican en todo México. Como el hallazgo de 72 cuerpos sin vida, En San Fernando Tamaulipas (su mayoría centro americanos), en Agosto de 2010. Así también, invita a la reflexiá½¹n sobre la violencia no solo a la mujer sino hacia todos los canales que la representan.
Un excelente trabajo actoral, Juanjo López (El Ciego), Luisa Fernanda Franco (sin nombre), Leslie Magdalena Holguín (Judith), Carolina Escrich (María), José Rochel (Salomé) y Paula Aguirre (El Matamoscas), estos dos últimos interpretaron personajes opuestos a su género. Almismo tiempo, la coreografía de Shanti Kumari Johnson fue acorde y bien aplicada con la reflexibilidad de los actores, en los movimientos expresivos y en la danza.
El libreto de Allá en San Fernando, fue escrito por Raúl Dorantes quién empezó a escribir cuentos en la década de 1990 en diversos talleres de creaciá½¹n literaria, utilizando su virtud narrativa. Fue en el 2008, cuando una compañia de teatro le solicitó escribir un libreto, siendo así, el comiezo de su camino por el sendero teatral con la obra Hasta los Gorriones dejan su nido. Fundando en el 2010 Colectivo El Pozo. Allá en San Fernando, fue inspirada en una serie de videos trágicos, borbosos, horribles, pero también teatrales, —según el mismo Dorantes—, los cuales fueron grabados por los mismos verdugos.
Cabe mencionar que con un montaje con pocos elementos, la escenografia e iluminación ayudaron a crear un ambiente ambiguo, pero a la vez vivo, con fruta fresca, hojas secas y con rosas esparcidas por todo el scenario, además del pequeño video presentado previo al primer acto, —el cual de manera personal— plasma la vida, la naturaleza, la libertad que es una manera de contraponer los elementos de muerte, de sumisiá½¹n, de cautividad como parte de la representaciá½¹n la obra.
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Silvia Méndez, originaria de la Ciudad de México, la octava en una familia de 12 hermanos. Egresada de la Universidad Autónoma de México (UNAM), con la licenciatura de Periodismo y Comunicación Colectiva. En 1994, Se traslada al Estado de Guanajuato, donde laboró para el Periódico el Sol de León, (1995 -1996). Posteriormente trabaja para el periódico Heraldo de León como Jefa de Oficina de la Sección Francisco del Rincón, por un periodo de casi 10 años, alternando como corresponsal de Televisa Bajío y Radio Formula Bajío. En el 2006, llega a Chicago donde colabora como reportera en la revista El Grafico y posteriormente se une al equipo del semanario El Nuevo Siglo News en donde laboró por 6 años.