Un grand Don Carlos en el Lyric Opera de Chicago

 

Por primera en vez en el Lyric Opera de Chicago se presenta una producción de Don Carlos en cinco actos tal y como los vislumbró en su versión original Giuseppe Verdi. Esta grand opéra con libreto en francés de François Joseph Méry y Camille du Locle, está basada en la obra de teatro Dom Karlos, Infant von Spanien de Schiller. El aporte de la obra de Schiller, escrita durante la Ilustración, es notable a través de los personajes revolucionarios que luchan por liberarse del poderío del imperio español y la Iglesia Católica. Don Carlos tuvo su primera representación en el Teatro Imperial de la Ópera en París el 11 de marzo de 1867 y con el paso del tiempo se fue readaptando a las exigencias de los nuevos tiempos, razón por la cual se redujo a cuatro actos.

La trama de Don Carlos está basada en la vida del príncipe Carlos, hijo del magnánime Felipe II, y la relación con su prometida Isabel de Valois (hija del rey de Francia). Lo trágico ocurre al ser el mismo Rey Felipe II quien se casa con la princesa, para procurar más efectivamente el fin del conflicto con Francia. Todo el embrollo amoroso entre los jóvenes traicionados por las cuestiones del destino se desenlaza en un ambiente represivo y oscuro. Pues en la obra también inciden tanto los embates de los Países Bajos por liberarse del yugo español y por otra parte las amenazas de la Inquisición. 

Desde el primer acto en Fontainebleau, la princesa Isabel de Valois se entera de la inesperada y triste noticia que habría de casarse con Felipe II y no con su amado Don Carlos. No hubo duda que la magnífica voz de la soprano Rachel Willis-Sorensen interpretando a Isabel de Valois, junto con la mezzosoprano Clementine Margaine en el papel de la princesa Eboli, se robaron el show. Rachel Willis Sorensen no se recató en los momentos de intimidad con su amado y demostró una soltura inusitada en el escenario, que de momentos advertí ver a un Joshua Guerrero ruborizado por su “afecto” pleno de besos. Por su parte, Clementine Margaine maneja el escenario con su voz explosiva y su carácter dominante, razón por la cual fue muy convincente al traicionar a la quien pronto se convierte en la reina Isabel. 

Otra novedad de esta producción es la participación como protagonista de Joshua Guerrero, joven tenor estadounidense de ascendencia mexicana. En cuanto a actuación, Joshua Guerrero, cuyo repertorio operístico se ha disparado en los últimos años, es la de un Don Carlos dubitativo, debilitado, y no la esperada presencia del hijo del monarca más poderoso del mundo. Su voz más lírica que dramática fue opacada por el barítono Igor Golovatenko (en el papel de Rodrigue, el Marqués de Posa) quien realizó su debut en el Lyric a la altura de los mejores. No obstante lo dicho, tanto Joshua Guerrero como Golovatenko cautivaron al público con el dueto que representa el tema de la amistad y la solidaridad (con la rebelión en Flandes), esto último los lleva a consolidar una traición al rey y se convierte en el motivo trágico. 

Pues Rodrigue, el Marqués de Posa, es también confidente de Felipe II, y parte esencial de su campaña es influenciar al rey para que permita la liberación de los Países Bajos. Razón por la cual Felipe II, aunque lo admira por su valentía, le advierte que se cuide del Gran Inquisidor. Y he aquí a Dmitry Belosslsky y Soloman Howard, los dos magníficos bajos que interpretan a Felipe II y al Gran Inquisidor, el poderío del Imperio y la Iglesia. Como sabemos por la historia, Felipe II era un católico recalcitrante y durante su reino luchó por aniquilar la conversión protestante. Una de las estrategias más tenebrosas de la Contrarreforma fue la creación de la Inquisición Romana, la que implementó España por ser el Imperio.

Es notable como Verdi, como los franceses que comisionaron la obra, hicieron hincapié en este aspecto tenebroso de la historia de España. La música de Verdi con su tremenda orquestación, la que desde la apertura nos da indicios del ambiente fúnebre y pendenciero de la trama, es el médium para develar lo que clama el mismo Felipe II en uno de los versos: “Cómo quisiera que Dios me ayudara a descubrir lo que dicta el corazón de los hombres”. Como es sabido, Giuseppe Verdi, es uno de los compositores italianos que más ha representado obras históricas que exigen de música seria y dramática. Verdi más que otro compositor, utiliza el coro sobremanera y crea ambientes majestuosos dignos de sus personajes. 

Quien vea Don Carlos en el Lyric Opera de Chicago podrá presenciar lo que se conoce como el grand opéra bajo la dirección de Enrique Mazzola quien nos brinda al Verdi espectacular de los mejores coros y duetos del repertorio operístico.

 

 

Don Carlos se estará presentando en el Lyric Opera de Chicago el 17, 20 y 25 de noviembre.