La contracultura de las DJs de Maracuyeah: existir es resistir

 
DJ rAt, DJ Mafe y DJ Carmencha durante la entrevista por video chat con El BeiSMan. Foto: Arnaud Granet.

 

Maracuyeah es sinónimo de música, celebración, baile, reafirmación cultural, pero también de libertad, tolerancia, conciencia política y resistencia cultural. La consigna que mejor explica a Maracuyeah es “existir es resistir”. Vivimos en una época al filo del caos, inmersa en la cultura del consumo y donde el hedonismo pareciera ser la razón de ser de toda una generación. En este tiempo la conciencia histórica ya es historia, y la enajenación ha privado al individuo de su propia individualidad. A pesar del pesimismo generacional, hay expresiones culturales subterráneas que resisten al mainstream o se apropian de aspectos de la cultura dominante y les dan la vuelta de tuerca. Maracuyeah es una de esas expresiones que le apuestan a la otra cultura.

Las integrantes del colectivo Maracuyeah no son ingenuas. Es una generación de jóvenes que nació y creció rodeada de música; por tanto, les gusta tirar party, pero la fiesta no es el fin. Es un medio para llegar a la conciencia del cuerpo y a la aceptación de la otredad. Son mujeres que han hecho de las tornamesas uno de sus medios de expresión y de formación de conciencias al ritmo de melodías caribeñas, latinas, africanas y samples electrónicos. 

DJ rAt (Kristy Chávez) y DJ Mafe (Mafe Escobar) fundaron Maracuyeah en 2011 con el propósito de invitar a artistas que visitaban con frecuencia Nueva York, pero por falta de recursos no frecuentaban Washington, D.C. La mirada de las DJs recaía en los artistas que estaban haciendo música alternativa en Latinoamérica. El otro objetivo era formar un colectivo de DJs y de promotores alrededor de ritmos mezclados de chicha peruana, cumbia electrónica, rock español y gemas tropicales. 

Por una noche habitaban espacios como el restaurante Judy’s Bar & Restaurante, espacio en el que comulgaba la tolerancia, el respeto, la justicia, la igualdad y el amor. El restaurante Judy se ha convertido en un símbolo de resistencia al gentrification. Es en un establecimiento “salvadoreño; lleva 20 años en el vecindario, y aunque el área esté cambiando, de alguna forma ha sobrevivido y sigue ahí.” Con el paso del tiempo DJ rAt y DJ Mafe se dieron cuenta que a través del colectivo Maracuyeah y su música se podía crear un sentido de comunidad.

Dicha comunidad comienza a formarse por “el grupo de amigas y amigos —comenta DJ Carmencha—. La idea es crear un espacio y de ahí surge la comunidad de una manera orgánica. Incluye a la gente que goza de la música y a la gente que le interesa tener un espacio alternativo a lo mainstream. Ese espacio debe ofrecer seguridad a las personas de diferentes identidades culturales y de diferente orientación sexual, como personas gay, transgénero y mujeres que no quieren ser acosadas mientras bailan”.

 


Kumbia Queers en Washington, D.C. Foto: Daniel Martínez

 

Pero como la música es tan solo un medio para alcanzar otro fin menos inmediato y no menos loable, surgió el blog de Maracuyeah. Ahí no solo promocionaban los eventos tanto musicales como culturales sino que se volvió una plataforma para diseminar artículos sobre inmigración y gentrification, entre otros. Ambos fenómenos sociales afectaban directamente a la población centroamericana y latinoamericana del área de Washington, D.C. La DJ Carmencha (Carmen Rivera) fue una de las fans que se sumaron al proyecto Maracuyeah. Primero lo hizo como editora del Maracublog y ahora ha ocupado un puesto detrás de las tornamesas. 

Maracuyeah es la fiesta en Washington, D.C.; asimismo han tocado en diferentes partes de Estados Unidos, incluyendo Chicago, pero también en México y otras partes de Latinoamérica. En donde quiera que amenicen las DJs de Maracuyeah habrá un “set de música latina, electrónica, folklórica, cumbia, tribal, ochentera, indie —comenta DJ Mafe—. De repente también mezclamos ciertos sonidos pop, pero no a la mainstream sino que los mezclamos con otros ritmos subterráneos y de artistas independientes”. 

La generación de Maracuyeah creció interactuando con la otredad. Son conscientes de la diversidad. DJ Mafe emigró de Colombia; DJ rAt nació en Virginia y sus padres son nativos de Perú; DJ Carmencha es de ascendencia puertorriqueña. Si por una parte el racismo es una conducta que se aprende; por la otra, también es una conducta que se desaprende, que se puede ignorar y recluir en el olvido. Las pachangas de Maracuyeah son una invitación a la tolerancia; “la mayoría de los que acuden son hermanos salvadoreños, hondureños y guatemaltecos —comenta DJ Mafe—. Va gente que le interesa romper y buscar lo diferente. Tienen la mente abierta para ver a un artista que no conozcan y también asisten los súper fans de los grupos alternativos, underground. Washington, D.C. es una ciudad bastante diversa por lo que la audiencia es ecléctica: latina, afroamericana, anglos”.

La industria musical tiene los mismos problemas que cualquier otra industria y también son un espejo de los problemas de la sociedad misma. Comenta DJ rAt: “no es porque sea una industria artística que la gente piensa diferente. Las problemáticas que hay en la sociedad siempre se reflejaran en cualquier otra industria y así será hasta que cambiemos a la sociedad. Nosotras hemos recibido bastante apoyo tanto de otras mujeres como de hombres queer, trans y nos han apoyado para ofrecer un espacio inclusivo y seguro”.

Las fiestas maracuyeahnas son ambientadas con estrobos, un láser y cañones multicolores, pero además tienen un tinte político. “Nuestra vida es política y queremos hacerlas muy políticas; si no, ¿para qué las hacemos? —interroga DJ Mafe—. Si no lo fueran, sería puro entretenimiento. La pregunta que nos hacemos es esta: ¿cómo podemos cambiar el mundo en qué vivimos a través de la música y la fiesta?”

 


Tinkus Wapurys Tiataco. Foto: Sara Vasquez

 

DJ rAt toma la palabra: “Problemas hay muchos: inequidad, violencia, guerras, discriminación, entre muchos otros y el proyecto parte de la idea de ‘existir es resistir’. El Simple hecho de estar aquí es una forma de resistir. Es una forma de decir, ‘yo estoy aquí, yo soy alguien’. Y sí es un proyecto político, pero también es un proyecto para divertirse y para nosotras eso no es un conflicto. El hecho de ser una persona política y también el hecho de ser una persona que puede gozar de la vida es algo excelente”.

DJ Mafe nació y creció en Colombia y “llegué a los Estados Unidos a los 15 años. En Colombia crecí rodeada de mucha música: cumbia, porro, bambuco y cuando llegué a Estados Unidos estuve escuchando otros ritmos y música alternativa, todo como para rebelarme contra la sociedad. La música siempre ha sido parte de mi vida y me llevaba a preguntarme, ¿cómo interpretar al mundo por medio de la música? Así que fue natural empezar por amenizar fiestas tocando música que mucha gente no conocía ni tocaba; y si no lo hacía nadie, pues lo tendría que hacer yo”. 

DJ Carmencha por su parte también afirma que la música siempre ha estado presente en su familia. “Yo soy puertorriqueña, me crie escuchando salsa en mi casa todos los días y también crecí escuchando los discos de mi papá. Después tuve la oportunidad de viajar por Latinoamérica y ahí conocí otros géneros musicales”. 

DJ rAt nació en Virginia, cerca de Washington, D.C., pero su familia emigró de Perú. “He viajado a Lima adonde viven mis parientes, pero siento que he vivido en dos mundos y mi experiencia musical refleja eso. Por una parte están los ritmos que escuchaba en la casa y, por la otra, lo que escuchaba con mis amigos. Es una mezcla de muchas influencias. Cuando fui a Lima me encontré con varios tíos que son artistas y en las reuniones invitaban a amigos músicos; así que había mucha música. Ahí pude ver que se podían mezclar varios elementos musicales en una noche ya fuera en la discoteca o en una fiesta casera”. 

La generación Maracuyeah resiste y también se globaliza. Son conscientes de su entorno social y se comprometen, mas no desdeñan la comunidad virtual en un mundo globalizado. Su presencia en las redes sociales vincula ritmos y espacios geográficos distantes. El blog de Maracuyeah habita el ciberespacio y es un medio para “que lleve nuestras ideas del cambio que estamos viviendo —puntualiza DJ rAt—. Tenemos la idea de entrevistar a dueños de los negocios que están desapareciendo o entrevistar a personas que han vivido bastante tiempo en la comunidad y ahora están sufriendo la violencia económica y destacar lo que significa que no sean invisibles”. 

Las DJs de Maracuyeah se reconocen como entes políticos. Tienen una responsabilidad social y actúan: informan y se manifiestan. Toman partido por los inmigrantes y por la comunidad LGBTQ; y desde la música buscan hacer una diferencia. Así la música se convierte en la pulsión que las mantiene andando, pero ¿qué es la música para ellas? 

DJ Carmencha: Para mí la música es una expresión artística de una parte dentro de nuestro ser muy misteriosa, no muy bien definida. Es algo que nace del corazón y viene de la experiencia, de los amores, de los dolores. Es un idioma universal.

DJ rAt: Puedo pensar en muchos momentos de mi vida en que la música me ayudó a sobrevivir, pero no sólo a mí sino a mucha gente y, posiblemente, a comunidades enteras. Hay sentimientos que no sabemos cómo expresarlos; sabemos que estamos solos o no sabemos como juntar a la gente en momentos súper difíciles, y creo que la música es una forma de comunicar y juntar a la gente más allá del idioma. La música es algo poderoso y es para sobrevivir. 

DJ Mafe: La música es alegría, poder y amor.

 


Maracuyeah fiesta: La gente baila durante la presentación de Explosión Negra.

 

Maracuyeah in Soundcloud.

Maracuyeah in the web.

Maracuyeah in Facebook.

Franky Piña. Director editorial de El BeiSMan.

DJ rAt se presentará en el Reventón de Primavera de la revista El BeiSMan.


Maracuyeah.